miércoles, 31 de enero de 2007

Haciendo amigos entre la intelectualidad.

A Juan Manuel de Prada, escritor que se dio a conocer al gran público en 1995 con su obra “Coños”, le han dado un nuevo premio, el premio de Biblioteca Breve 2007, con una novela ambientada en la II Guerra Mundial y que lleva por título “El Séptimo Velo”.


Yo hoy y aquí voy a reconocer publicamente que no he leido nada de este escritor tan galardonado, pero en mi defensa diré que es que le he visto hablar en las tertulias de la tele.


Eso sí, en su defensa diré que podría ser peor; le podrían dar, por ejemplo, un telediario a Sánchez Dragó.

viernes, 26 de enero de 2007

Moteando, que es gerundio.

¿Recuerdan ustedes, queridos lectores, cuanto tardaron en tener un mote?. Mucho, ¿verdad?. Uno nace pelado, sin un pan debajo del brazo, sin título alguno (excepto los nobles, que lo traen de serie, pero no es el título al que yo me refiero), sin móvil, sin reproductor mp3, sin abono transporte, sin "pleiesteision", sin nombre, sin apellidos y, por supuesto, sin mote. Y entonces, al poco de nacer, sus padres le ponen un nombre, un primer apellido, un segundo, y a tirar p'alante.
Luego, con el paso de los años, cuando uno va al colegio a conseguir un título con el que encontrar un trabajo para ganarse un sueldo y poder pagar un móvil, un reproductor mp3, una pleiesteision y un abono transporte... cuando uno va al colegio, decía, y aprende a hablar y, sobre todo a escuchar, uno consigue por fin su mote, la mayoría de las veces su cruel mote.
En resumidas cuentas, que son necesarios unos cuantos años para tener tu propio mote.
Bueno, pues el cabrón de Lunes ya tiene uno. Apenas le acabo de poner un nombre y ya, en menos de un mes, tiene su propio mote: el gafe. Lunes, el gafe. Lunes el gafe de los cojones.
Y es que desde que este maldito nativo se ha cruzado por mi vida todo me ha ido de culo. Es como si un huracán se hubiese cruzado por mi camino levantando olas de desgracias de más de 20 metros de altura; vientos de penurias de más de 200 kiómetros por hora; precipitaciones de agotamiento de más de 50 litros por metro cúbico.
Pero bueno, que le vamos a hacer, es la vida. Para intentar un poco apaciguar la tormenta y sacar fuera ese cansancio y ese abatimiento que me invade como una borrasca no anunciada por, por ejemplo, el cachondo del hombre del tiempo de Antena 3 ayer puse en práctica la no sé si mal llamada o no técnica femenina para combatir la depresión: cogí mi Visa y me fui de compras.
Y tiré la casa por la ventana.
Esto es lo que compré:
Una barra de pan: 45 céntimos.
Un CD de Joss Stone, el altamente recomendable Soul Sessións: 6 euros.
La edición 40 Aniversario del Pet Sounds de los Beach Boys que incluye el LP original en mono + la versión en estero + la versión en 5.1 + documentales varios y variados + no sé cuantas polladas más... y todo ello por el increíble precio de... agárrense los machos.... ¡6 euros!
¡¡¡6 euros!!!... ¿No les parece increíble?.... ¿más increíble incluso que Lunes, el gafe, tenga ya mote?.
A mí sí, y más teniendo en cuenta que corren malos tiempos para el ahorro.
Y para la lírica.
Y eso es todo por hoy, tan sólo me queda añadir que no pongo enlaces a lo mentado porque estoy cansado y no me apetece, y que... ¡Lunes, cabrón, tío gafe, abandona la isla!.

lunes, 15 de enero de 2007

Lunes

Era inevitable. Tarde o temprano tenía que ocurrir. He encontrado un nativo en mi isla. Y, como ya anuncie en su día, he decidido llamarlo Lunes. Inevitable también.

Lunes, el nativo, me ha preguntado que significa lunes. “Hoy es lunes”, le he dicho, y como se le ha quedado cara de seguir igual le he explicado todas las “bondades” del lunes.

Y mucho me temo que, una vez conocido su significado, no le ha gustado mucho el nombre que le he puesto porque acto seguido me ha pedido que le explique el significado de la palabra “cabronazo”.








jueves, 11 de enero de 2007

Bienvenidos al planeta de las bestias.

Me atraparon en Gran Vía, a la altura del número 46.

¡Joder, no sois más que unos putos monos... Soltadme, hijos de mona!....

Las primeras descargas fueron una tortura pero luego uno se acostumbra al dolor. Probaron con ácido.

¡Cabrones... Putos primates... Me estáis destrozando!

Fuera la guerra era cada día más cruenta e, inevitablemente, se decantaba por el lado de los monos.

Saldré de aquí... escaparé... y acabaré con todos vosotros, ¡hijos de la gran mona!

Mi vida era un infierno, mis compañeros de cautiverio iban cayendo como moscas, pero yo aguantaba.

¡No quiero vuestra puta comida, monos de mierda!

Me alimentaba de cucarachas y de vez en cuando había suerte y caía alguna rata que despistada cruzaba por mi celda.

Un día uno de mis carceleros me dijo que la guerra había terminado, que el planeta estaba en manos de los simios. Decidieron dejarme vivo, aunque yo hubiese preferido que me matasen allí mismo. Me metieron en una jaula en el Zoo de la Casa de Campo.

¡Dadme una hembra al menos, cabrones!

Los niños-mono me tiraban cigarrillos. Algunos me sonreían y me hacían fotos.

Pasaron los meses, los años, y un día los niños-monos no vinieron a humillarme. Nadie vino. A lo lejos se oían explosiones y aullidos de dolor. Los cuidadores del Zoo se mostraban nerviosos.

Las ratas se han levantado en armas contra los monos. Quieren el dominio del planeta.

Los monos aguantaron menos que nosotros los humanos. En tres meses las ratas habían derrocado a los simios y se habían hecho con el control del planeta. Eran mucho mejores estrategas que los monos y, por supuesto, que nosotros los humanos.

¡Os jodéis, cabronazos... quien a hierro mata a hierro muere!

Una fría mañana de invierno las ratas pusieron a un mono en la jaula contigua a la mía. Los niños-rata le lanzaban cigarrillos. Y a mí, cacahuetes.

¡Meteros los cigarrillos por el culo, hijas de rata!

Les gritaba el mono mientras recogía los cigarros con cuidado.

Yo callaba. Recogía mis cacahuetes en silencio y los guardaba en una caja. Por la noche, sin que se diesen cuenta nuestros carceleros, nos lo intercambiábamos.

No hablábamos nunca, los monos no eran animales muy habladores, y yo no tenía muchas ganas de hablar con un puto mono . Sólo nos intercambiábamos nuestros vicios en silencio. Él se comía mis cacahuetes, yo me fumaba sus cigarrillos.

Un día el mono me habló por primera vez. Me dijo que tenía un plan para escapar de allí pero que necesitaba mi ayuda.

Escaparemos juntos; ¿eh, humano?

Vete a tomar por culo, puto mono,

le dije mientras me encendía mi último cigarrillo.

jueves, 4 de enero de 2007

Queridos Reyes Magos:


Aunque a mí me pase como a Rosendo, y tenga la impresión de que no me escucha nadie, este año voy a escribirle la carta a los Reyes Magos.

A sus Majestades los Reyes Magos de Oriente. (lo de Queridos ya lo veremos pasado mañana)

Señores,

Antes de comenzar con mis peticiones querría poner en conocimiento de sus realezas un hecho que, aunque puedan considerar intrascendente, es de vital importancia para el buen hacer de esta nuestra retomada relación: Yo, soy monárquico.

Y soy monárquico por una cuestión de admiración hacia la inteligencia de los reyes. Uno no es rey porque el pueblo lo ha querido, como ocurre con esos impresentables presidentes de repúblicas que caminan por el mundo y que se han ganado el poder a base de mentir, mentir, mentir y mentir cual concejales. No, uno no es rey porque sepa mentir más y mejor que nadie, uno es rey por la gracia de Dios.

Por la gracia de Dios... ¿No les parece un plan perfecto?... ¡es genial!... ¡sublime!... ¡digno de mentes privilegiadas!

Ustedes no mienten, ponen la baraja sobre la mesa con todas las cartas boca arriba: yo soy rey porque Dios lo ha querido así, y si no te sometes a mi mandato... ¡al Infierno vas!

Acojona, ¿verdad?... y no hay mejor poder de convicción que el miedo.

Bueno, y una vez mostrada mi desinteresada admiración hacia sus personas, paso a hacer mis peticiones o, mejor dicho, mi petición ya que yo no soy egoísta como esos presidentes de repúblicas corruptas que antes mentaba y no voy a pedir tres regalos, pediré sólo uno.

Majestades... quiero que me traigan carbón.

Sí, carbón, mucho carbón, todo el carbón del mundo. Carbón... Carbón... Carbón... Que rima con Borbón (que gran familia).

Ustedes se preguntarán la causa de tan extraña petición; ¿por qué este niño náufrago pide aquello que siempre llevan a los niños malos, aquello que ningún niño quiere?

Pues muy sencillo: primero, no tan niño, ¿vale?; segundo, tengo un presentimiento: 2007 será, por fín, el año en el que la maldad triunfará, el año de los malos.

El Doctor Maligno apretará el botón y el mundo se irá a tomar por culo, incluyendo él, que además de maligno es gilipollas.

Supermán se romperá una cadera estando de vacaciones en Benidorm, y la Seguridad Social española le pondrá una prótesis de kriptonita, con la consiguiente perdida de sus poderes y de la admiración del pueblo americano que, apesar de todo, seguirá viniendo a Pamplona a hacer el gilipollas en los San Fermines (Ay, Manolete, si no sabes torear pa'que te metes).

A Bond, James Bond, el inexplicablemente nunca bien ponderado Tiburón de Moonraker le dará de hostias hasta decir basta, y le partirá la cara de tal manera que quedará afeado para siempre. Su perdida de encanto hacia las mujeres le llevará a darse a la bebida por lo que será despedido por Su Majestad la Reina (que gran mujer, como todas las reinas) y terminará vagando por las calles, pidiendo en el metro (es triste pedir, pero más tristes son ustedes), y bebiendo briks de vino barato. Agitados, no mezclados.

A Indiana Jones le capturarán los nazis y le meterán, en pelotas y sin látigo, en una V-2 con destino Londres donde, por cierto, Jack, el destripador, estará seccionando la yugular a Sherlock Holmes mientras el Capitán Garfio le abre en canal las tripas a Peter Pan.

Darth Vader con su espada laser cortará en finas lonchas al pesado de Yoda, que tan sabio que se cree que no sabe ni hablar, el muy gilipollas. Luke Skywalker y la princesa Leia cometerán incesto, y Han Solo se convertirá en un puto Yonki que irá dando palos en las gasolineras espaciales con su recortada laser. Chewaka será su camello.

Los 4 fantásticos terminarán trabajando en el circo de Ángel Cristo, fracasando noche tras noche, actuación tras actuación, lo que les llevará a convertirse en comida para los pobres leones del enano ese. Batman hará de hombre bala, y Robin de la chica que es cortada en dos por el mago cutre.

Petete reconocerá que su libro gordo lo escribió un negro, que él no sabe juntar dos letras seguidas sin equivocarse, y que mató por celos al prometido de la chica esa que decía "el libro gordo te enseña, el libro gordo te...". que, por cierto, en la infancia no te das cuenta de esas cosas, pero que buena que estaba la tía. Tal vez también se la pida a vuestras majestades el año que viene. Antes de que termine el año Petete será violado por los siete enanitos de Blancanieves en las duchas de prisión, donde habrá compartido celda con el ratoncito Pérez, que cumplirá condena por allanamiento de morada y robo. Todo ello con nocturnidad y alevosía.

Etcétera, etcétera, etcétera.

Y yo quiero que cuando pase, cuando a lo largo del 2007 el mal triunfe, pueda demostrar que soy uno de los suyos.

Esto es todo. Gracias por anticipado.

A.L.R.P. de V.M.
Carlos Añejo.
PD: Y ahora, si teneis cojones, traedme una corbata, una colonia barata y un puzzle de 5000 piezas como el año pasado.