lunes, 29 de septiembre de 2008

La lota


No poder dormir es un agobio. A este mundo hemos venido para dormir. Es nuestro sino, nuestra meta, nuestro objetivo vital. De niños y de jóvenes vivimos con nuestros padres porque tienen una casa donde poder dormir. Cuando nos independizamos es porque tenemos otra casa donde poder dormir, unas veces de alquiler, otras compartidas con el banco bajo el peso de una hipoteca. Trabajamos para poder pagar una casa donde poder dormir. El resto de necesidades vitales (comer, defecar, ver la tele) es secundario, se puede hacer en los bares, y no salen tan caras. Empezamos el día dormidos y lo terminamos durmiendo. Hacemos el amor y luego dormimos. Comemos y después bendecimos la siesta. Algunos se duermen en el cine. Otros en misa. Tenemos que parar nuestro vehículo porque nos dormimos. A algunos, espero que no muchos, llegados a este punto del texto les ha entrado tanto sueño que deciden abandonar su lectura para irse a dormir.  Dormir, dormir, dormir.

Por eso cuando no podemos dormir, cuando se nos acumula el sueño, no somos personas. Somos unos zombies como los de las películas de terror de serie B.

Yo la semana pasada apenas pude dormir. Una molesta dolencia en el ojo, junto a una congestión nasal de caballo, me impedían, noche tras noche, realizar con normalidad ese maravilloso y obligatorio acto que es cerrar los ojos y regalarle a la humanidad una serie de profundos y rítmicos ronquidos.

Lo del ojo lo he solucionado a base de limpiezas con suero fisiológico. El suero fisiológico es, para los que no lo sepan, como el agua de mar pero sin algas, sin restos de naufragios, sin orin de bañista, y sin semen de pez. Y perdonen por tan repugnante descripción final pero no hay que olvidar que los bañistas tienen la costumbre de bañarse después de meterse unas birras en el chiringuito, y que los peces fornican en el agua. Sí, los de agua dulce también. Y sí, los que nadan placidamente en las aguas del Canal de Isabel II también. Piénsenlo mientras se beben un vaso de agua durante la cena.

Lo de la congestión nasal todavía me tortura. Y es que muchos no soportamos llevar un tapón continuo en la nariz, al igual que muchos no soportan no tener otra cosa que agua para beber durante una cena romántica a base de pescado.

Así que, teniendo en cuenta las maldades que tienen los sprays nasales que nos venden las farmaceúticas, he decidido tirar de agua con sal para curar mi congestión. Si funciona con un ojo, por qué no ha de funcionar con una nariz.

Le he pedido a Dominga, mi nativa, que me traiga arcilla para hacerme una lota.

- Dominga, anda, vete al manantial y trame un poco de arcilla, que me voy a hacer una lota.

- Vale, arcilla para hacer una lota... ¿Y por qué no me dejas hacerla a mí?... por favor.

- No, tú tan sólo vete por la arcilla.

- Anda, déjame hacer una lota, déjame hacer una lota, déjame hacer una lota, déjame hacer una lo...

- Vale, vale, VALE... hazla tú.

-  ¡Bien, voy a hacer una lota! Ahora vuelvo... ¿Náufrago?

- ¿Sí?

- ¿Y qué es una lota?

- Una lota es un recipiente, como una tetera pero la parte por donde sale el líquido es alargada, de forma fálica. La llenas con agua con sal, te introduces la parte alargada por la nariz, y te das una ducha nasal. Lo utilizan, desde hace miles de años, los yoguis de la India y el Tíbet.

- Vale, pues me pongo ya con ello... Esto... ¿Náufrago?.

- QUEEEEEE.

- ¿Que significa fálico?.

- Que tiene forma de pene.

- Vale, la parte alargada con forma de... ¡Náufrago!... ¡te vas a meter una polla por la nariz!.

- Joder... Dominga.

Creo que necesito una vaso de agua. Después iré a una farmacia de guardia. ¿Alguien sabe si venden sprays nasales en pastillas?.



viernes, 19 de septiembre de 2008

Stevie Riks

Se llama Stevie Riks, imita a rockeros famosos (los Beatles son su especialidad), y los clava.

Aquí tenemos a Paul McCartney preparándose una taza de té.





Impresionante, ¿no?.

Pero es que encima, para mayor mérito, el tío pasa de playback. Veámosle imitando otra vez al tío Macca.



¡Qué cabrón!

Además, no necesita ayuda. El solo se lo monta para imitar duetos, como en este caso en el que imita a McCartney y Lennon.



Es inglés, y le tiran los británicos.

Mick Jagger



Keith Richards



BONO



O Freddie Mercury, entre otros (este vídeo no tiene desperdicio).




Y así hasta casi 400 vídeos.

Todo un figura.


Gracias al Increíble Chulk por descubrírmelo.


miércoles, 17 de septiembre de 2008

Aquí hay tomate


Algunos, los más exigentes, dirán que apenas una docena es un fracaso. Pero, teniendo en cuenta que el año pasado la producción fue de cero patatero, para mí es todo un éxito.

¿He dicho cero patatero?... Quería decir tomatero, cero tomatero.

Además, el año pasado no llegué ni a la fase de floración. Y este año otra cosa no, pero flores... 

Se supone que esto es como la democracia: un hombre, un voto... una flor, un tomate... pero mucho me temo que mis tomateras deben ser como una república bananera y no siempre un hombre es un voto.

Creo que voy a dar por terminada la temporada de tomates. Estoy agotado.

Centraré todos mis esfuerzos en mi albahaca (más popularmente conocida como ocimum basilicum) que está más hermosa que un San Luis. Y, por cierto, funciona: ni una sola picadura de mosquito en todo el verano. Ni de escorpiones. Ni malas influencias espirituales.

Os dejo una foto de mi campeón, posando junto a dos bellas tomatas. Como el líder de la Vuelta, vamos.


lunes, 15 de septiembre de 2008

Parte de cero





Lichis (La Cabra Mecánica) y el grupo madrileño Fulanos de Tal protagonizan en Internet, un docu-reality que cuenta, en tiempo real, el proceso suicida de la autoproducción de un disco, desde la primera selección de las canciones hasta la sacrificada promoción en prensa, radio y televisión

Texto e imagen tomados de la web de Fulanos de Tal

sábado, 13 de septiembre de 2008

Redecorando su vida


Esta semana tenemos el placer de colaborar, con un pequeño cuento, en el blog amigo msdj... mqwjjk... mgwe... qwerty... joder... esta semana colaboramos aquí

Gracias a la dulce Mayte por dejarme estar un ratito a su lado.


jueves, 11 de septiembre de 2008

La gota que colma el vaso


publicado originalmente el 7 de septiembre de 2005 en Pandemónium


Todas las gotas, absolutamente todas, nacen con la ilusión de ser aquellas que colman el vaso. Pero sólo una,  la última gota, la que haga el número 666 ( tomando como premisa un vaso de 33 centilitros, que es el estándar, y que una gota suele tener una medida de 0,049 centilitros, en un vaso caben 665 gotas ) será la que colme el vaso. En Pandemónium las conocemos como "la gota del diablo". 

Cuando una gota colma un vaso automaticamente se convierte en una celebridad en el mundo de las gotas. Entrevistas en los programas de televisión de mayor audiencia (Crónicas Góticas, Buenagota, El diario de Goticia... ); portada en las revistas más prestigiosas (Playgota, Pentgota, Goterviú... ); conferencias en las universidades de mayor renombre (U. Complugota de Madrid, U. Pontifigota de Comillas, Politecnogota de Barcelona... ). La gota se convierte, en definitiva, en un referente a seguir por las gotitas. 

Y, como suele ocurrir con estas cosas, la gota del diablo olvida que sin esas 665 que llenaron el vaso antes que colmase el vaso ella no sería nadie. Y se vuelve prepotente, y se vuelve estúpida, y se vuelve giligotas. Si una de esas 665 le pide ayuda, "no te conozco" contesta la gota del diablo. Si una de esas 665 gotas le llama para quedar, "no tengo tiempo para ti" contesta la gota del diablo. Si una de esas 665 gotas le manda besos, "no valen una mierda" contesta la gota del diablo. 

Yesa sí que, en verdad, es la gota que colma el vaso. 

¿Qué cuál es la moraleja?... Pues... no sé... ¿cierra bien ese grifo que gotea, que hay sequia?.




martes, 9 de septiembre de 2008

So why don’t you kill me?

El Universo es un esquizofrénico paranoide. Está convencido de que los físicos se han unido para conspirar en su contra, y delira con la idea de que su padre juega a los dados con él.

Pero ahí no queda la cosa. El Universo es también un hipocondriaco crónico. Se pasa cientos de miles de años oscultándose el cuerpo en busca de agujeros negros. Está convencido de que le están devorando, y la preocupación le crea tal ansiedad que a veces no puede ni controlar la dilatación gravitacional del tiempo.

Aunque lo peor no es eso. La esquizofrenia paranoide y la hipocondria son problemas del Universo que a nosotros, siendo sinceros, nos la trae floja. No nos afectan, o su efecto es relativo.

Lo peor son sus tendencias suicidas: para el Universo cualquier paradoja es excusa para plegarse sobre si mismo y acabar con todo. 

Perdón, con TODO.

Por suerte para nosotros el Universo es un superviviente nato, y siempre que se produzca una paradoja encontrará una razón lo suficientemente válida para no plegarse sobre si mismo. Y si no la encuentra, se la inventa.

Toda una paradoja.

En cualquier caso, en este Universo nada ni nadie es perfecto, ni siquiera el Universo, así que no olviden que hoy podría ser el último día de sus vidas. Aprovechenlo al máximo y tóquense los cojones en lo que queda de día. Coman, beban, forniquen, terminen ese puzle de 20.000 piezas que llevan años intentando terminar...

El fin del mundo está cercano.

En Diario de un náufrago en una palangana no bajamos la guardia, ni la persiana (que el mundo vea lo que vemos del mundo), y vigilamos porque este sistema de auto-protección del Universo siga funcionando. El día que falle no vengan aquí para tener conocimiento del hecho. Lo sabrán porque fin del mundo llegó, y ustedes ya no existen.

Tampoco vengan para perdir responsabilidades. No habrá ningún responsable. De hecho, no habrá nadie.

Pero no se preocupen. De momento la cosa va saliendo bien. El Universo cumple.

En 2003, por ejemplo, el Universo se podía haber plegado sobre si mismo mientras Beck afirmaba que era un perdedor ante... no sé... ¿60.000? enfervorecidas personas que lo aclamaban... muchas de ellas bellas mujeres en bikini que venderían su alma al diablo por una noche de lujuria con ese chico enclenque y despeinado... y además imberbe.





Pero no fue así y ahora ustedes están comiendo, bebiendo, fornicando, o buscando el puto hueco donde encajar esa maldita pieza de su puzle.

¿No les parece increible?



viernes, 5 de septiembre de 2008

Erase una barbilla sayón y escriba

Que no, que no... que la herramienta de trabajo de un escritor no es la máquina de escribir, ni el ordenador, ni el papel y la pluma.

La herramienta de trabajo de un escritor es su barbilla.

Hay escritores de los que no se tiene ni una sola foto sentado frente a una máquina de escribir, ordenador, o folio en blanco. Pero con la mano en la barbilla... ay, amigo... con la mano en la barbilla hasta los escritores ambimancos.

Yo mismo tengo una. Eso sí, yo no la pongo en este blog porque en la foto me cuelga un moco, y me da un toque poco intelectual. 

Y porque tampoco soy escritor, claro.

Ni ambimanco.


miércoles, 3 de septiembre de 2008

La depresión post-vacacional del Manic Miner

Había pensado iniciar esta nueva temporada bloguera, la 2008-2009, hablando sobre algún tema profundo, como el amor, por ejemplo, pero he decidido que no, que para temas profundos ya están otros blogs, que este blog es sólo un blog para pasar el rato, un blog de andar por casa, en chanclas, con un pantalón de chándal viejo y una camiseta de promoción de alguna bebida alcohólica.

Así que empezaré la nueva temporada hablando de la televisión, que es un tema poco profundo, y más desde que se inventaron los televisores de plasma.

La televisión necesita una revolución. No una revolución tecnológica. Esa ya la tuvimos cuando se inventó la televisión en color. Esa si que fue la auténtica revolución tecnológica televisiva. Todas las que posteriormente han sido mal llamadas revoluciones tecnológicas no han sido más que vendidas de moto, gilipolleces para sacarnos los cuartos. Yo cada vez que sacan un reportaje (o publireportaje) sobre la TDT directamente me pongo el Teletexto, y me doy un paseo por ese apasionante mundo ascii mientras escucho las tonterías que cuentan sobre la TDT... ¡oh, la TDT, la revolución del siglo en el mundo de las comunicaciones!. Si es que me parto el miembro. Es como si cuando estoy navegando por internet, con mi Intel Quad Core, mi monitor panorámico de 38 pulgadas, mi teclado y mi ratón inalámbrico (con láser y todo, oiga), y mis altavoces 7.1 y me encuentro un reportaje sobre la Web 2.0 le diese al play del casete para cargarme un juego... el Manic Miner, por ejemplo.




La televisión lo que necesita es una revolución en el contenido. Lo que no puede ser es que sea tan cíclica... tan previsible... tan.. tan... tan más de lo mismo. La televisión es como un bucle temporal, como un día de la marmota. Llega septiembre, pones la tele y... ¿qué te encuentras?... pues lo mismo que en el septiembre del año pasado: anuncios de coleccionables y depresión post-vacacional. Miles de supuestos expertos (expertos en no se qué) hablando de la depresión post-vacacional, y entre depresión y depresión anuncios de coleccionables. Ya está. Así un día tras otro. Y a babear delante del televisor.

Estoy tiene que cambiar... sí... y pronto. Aunque para no traumatizar al televidente (los cambios es lo que tienen, que traumatizan... prueben a cambiar su casa de 50 metros cuadrados y su coche con pegata de la ITV en el parabrisas por por un palacete con vistas al mar y un yate en el embarcadero privado... verán que trauma) lo mejor es ir por partes y poco a poco. Empezando por mantener los contenidos pero cambiarlos de mes. Poner, por ejemplo, los anuncios de coleccionables y los reportajes sobre la depresión post-vacacional en Semana Santa, y en septiembre películas como los Diez Mandamientos, La historia más grande jamás contada, Rey de reyes... Y luego ya cambiaremos los contenidos. Pero bueno, esperemos al año que viene, que este ya es tarde, y por lo menos este año han renovado las colecciones. La de Terry Pratchett tiene buena pinta.

Creo recordar que era José María Íñigo el que hace poco, en una entrevista en un medio impreso, decía que no entendía por qué la gente se quejaba tanto del contenido de la televisión "pero si es gratis... con ver media hora de calidad al día ya merece la pena".

Sí, vale, de acuerdo... pasear también es gratis, y no por eso nos tenemos que resignar a tener el mundo como un puto vertedero, caminar entre mierda, y alegrarnos por encontrar un arroyo de aguas cristalinas, rodeado de frescos y sabrosos perifollos, cada 23 kilómetros y medio... ¿No?.

Yo lo tengo claro: este sábado, como analgésico para la depresión post-vacacioneal, me meto entre pecho y espalda una ensalada de perifollos. Si es que las vacas han dejado alguno, claro.

Gracias por seguir ahí, y perdonen las legañas.