martes, 25 de noviembre de 2008

Perdidos en el espacio


Lo he visto en el WTF de microsiervos, del que no pongo enlace porque esta gente no necesita ni publicidad ni que nadie les guíe hasta su casa. Es el blog de habla hispana con más lectores del planeta. Un huevo de millones de lectores. Casi tantos como estrellas en el universo.

Son las imágenes de una astronauta perdiendo su caja de herramientas en el espacio.







Y ahí quedará por los tiempos de los tiempos. Esa caja de herramientas, con su martillo, su llave inglesa, su juego de destornilladores, su llave Allen (sí, como las del IKEA), unos tornillos (alguno de ellos posiblemente oxidado), algo de cinta aislante, un metro (que prepotencia la del ser humano, llevar un metro a la inmensidad del espacio exterior). Todos juntos vagando por el espacio, hasta que una civilización extraterrestre los recoja, y los estudie, y los analice, y tal vez se monte, con la famosa llave Allen, unas librerías Billie donde guardar todo el conocimiento del universo.

Se me ocurren cientos de historias que contar sobre esta caja de herramientas perdida en el espacio. Da para una saga de Ciencia-Ficción, como la de Ender o la de los Heechee.

Pero es que viendo al compañero de la astronauta, el que sale detrás moviendo la cabeza y descojonándose mientras la culpable de la perdida reconoce su error... Viendo al figura ese, decía, no puedo escribir nada. Me parto, con perdón, el miembro.

Bueno, escribir un consejo si que puedo:

Recuerda, nunca le dejes la caja de herramientas a tu vecino el astronauta.


domingo, 23 de noviembre de 2008

Sabiduría popular (II)


El mundo se divide en dos tipos de personas: los que son como son, y los que aguantan a las que son como son.

Una amiga de María, la de L.A.


miércoles, 19 de noviembre de 2008

Posts desde el futuro: El blog del 2008

Lo que son las cosas. Yo hasta pasados los treinta no tuve un blog, y el 2008 ya tuvo uno con apenas seis días de vida. Se lo trajeron los Reyes Magos. Bueno, en realidad se lo trajo Cronos, su padre, pero esto no lo supo el 2008 hasta que tuvo casi un mes de vida, cuando su hermano mayor, el año chino, decidió joderle la ilusión al pequeño 2008 y contarle lo de que los reyes son los padres. El año chino era un cerdo. Y no es una metáfora. 

El 2008 le había pedido a los Reyes un saco de nieve, por eso de que año de nieves año de bienes, pero con el tema del cambio climático no pudo ser. Bueno, por eso y porque Cronos, padre soltero con problemas para conciliar su vida laboral con su vida personal, apenas tuvo tiempo (en casa de herrero, cuchillo de palo) para ir de compras. 

En principio, el 2008 pensó en dedicar su blog a contar las tortuosas relaciones de sus hermanos 1429 y 5769, musulmán y hebreo respectivamente, que siempre estaban a palos. Pero decidió que no era buena idea, no fuese a ser que le cayesen también palos a él. O piedras. O misiles tierra-aire. 

El deporte también lo desechó, más que nada por no mentar la soga en casa del ahorcado. Y es que eso del tiempo muerto, tan utilizado en el mundo del deporte, nunca le gustó a su padre. 

Pasaban los meses y el 2008 seguía sin tener claro sobre qué escribir, aunque ya tenía un nombre para el blog: 365desengaños.com. En un principio pensó llamarlo “A por uvas”, pero luego se arrepintió. Le pareció demasiado tétrico, como si Aquiles le hubiese llamado al suyo “Con la muerte en los talones”. 

El mes de diciembre se lo pasó sentado frente al ordenador, ante una pantalla en blanco, vacio, bloqueado. Parecía un actor de teatro sin memoria. 

Finalmente, el 31 de diciembre, mientras sonaban las doce campanadas, el 2008 escribió “Feliz Año Nuevo”, y le dio a enviar justo en el momento en el que sonaba la última de las mecánicas campanadas. 

Hoy le han dejado su primer comentario.



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Notas a pie de post. 

1.  Publicado originalmente el 18 de noviembre de 2014 en Diario de un náufrago en un agujero de gusano.

2.  Nuestro viejo amigo Bierce definió al año, en su Diccionario del Diablo, como un periodo de 365 desengaños. Sencillamente genial.

3.  Si te ha gustado el texto pincha en el cacharro ese y vótalo, que hay en juego un viaje a New York, New York por la patilla (little leg para los neoyorquinos).

El Diccionario de Bolsillo Roto de Pandemónium (II)



Geranio, m. Oscuro objeto del deseo de las madres que las hace caer continuamente en la cleptomanía.

Llamada perdida, f. Un viajero, con una maleta llena de palabras, que sólo ha sacado billete de ida.

Queso, m. 
  1. En las mujeres, alimento lácteo que en porciones light ayuda a no engordar
  2. En los hombres,  esa cosa blanquezuna que recubre las pizzas y que puedes estirar y estirar y estirar para hacer un rato el gilipollas  y echarte unas risas con los amigotes.
  3. En los ratones,  manjar de dioses que encima les sale gratis porque el hombre, que no la mujer, en su infinita ignorancia, cree que es más listo que los ratones y les pone el queso como cebo en sus inútiles trampas
Yo-yo, m.
  1. Juguete que fue inventado entre el 21 de mayo y el 21 de junio
  2. Un náufrago en una palangana-un náufrago en una palangana.

publicado originalmente en Pandemónium

martes, 18 de noviembre de 2008

William Shanks


¿Te pasas veinte años calculando a mano decimales de pi hasta alcanzar el insignificante número de 707... veinte años haciendo cálculos toda la mañana, para pasarte luego toda la tarde verificando los resultados... veinte años rebanándote los sexos en conseguir algo que ahora la más sencilla de las calculadoras realiza en décimas de segundo... veinte años dedicados a conseguir llegar al infinito y más allá para que luego la Wikipedia te dedique ocho míseras líneas?.

Con todo el respeto del mundo, mi querido señor Shanks, pero hay que ser bruto.

Y dale gracias a Dios que te equivocaste en el decimal 528, que si no serían siete líneas.

domingo, 16 de noviembre de 2008

La Inmortal o En defensa de Goliath

La Inmortal es una partida de ajedrez jugada por Adolf Anderssen (blancas) y Lionel Kieseritzky en 1851, en Londres.

La Inmortal es, según parece, una de las partidas más famosas de la historia del ajedrez.

Veamos su desarrollo.





No voy a engañar a nadie, yo en esto del ajedrez soy un mero aficionado sin conocimientos más allá de lo que son las reglas básicas y dos o tres aperturas. Mis conocimientos son, por consiguiente, mínimos, pero si observamos la partida veremos que Anderssen gana a Kieseritzky tras sacrificar prácticamente todas sus piezas importantes, incluida la dama. Y esto es lo que hace que, a mi juicio, esta partida haya pasado a la historia: El débil gana, contra todo pronóstico, al fuerte. 

Y todos aplaudimos a Anderssen, y la partida queda grabada con fuego en la historia de la humanidad.

Vamos, un claro ejemplo de lo de siempre, de esa manía que tenemos por ponernos de parte del débil. Un ejemplo más de esa defensa romántica del débil frente al fuerte. Un claro ejemplo del "que tío más cojonudo que eres, David, que le has dado estopa al hijoputa del Goliath".

Bueno, pues yo quiero romper una lanza en defensa de Goliath, una lanza en defensa del fuerte.

Si no fuese por el fuerte no estariamos aquí, en este ingrato y peligroso planeta. El fuerte es el que sobrevive a los osos cavernarios, a las hambrunas, a la peste negra, a la gripe española, a las grandes guerras. Es el que tala el árbol con cuya leña nos calentamos en los fríos inviernos. El que caza al fiero animal cuya carne alimentará al resto de la tribu. Es el que vence al despiadado enemigo que viene a destruir nuestro pueblo; el que expulsa del planeta a esa especie alienígena verde, de ojos rasgados, y con tres aparatos digestivos, que nos ve como ganado con el que alimentar a su civilización. Es el que ilumina el lado oscuro de la fuerza; el que vuela el puente sobre el río kwai; el que salva al soldado Ryan.

No quiero decir con esto que el fuerte tenga que aprovecharse del débil. Nada más lejos de mis intenciones. El fuerte tiene la obligación moral de proteger al débil. Y si no lo hace debe ser, cuando menos, amonestado.

Así que no seamos ingratos, coño, y respetemos al fuerte.

Y para terminar tan sólo decirle a los repetidores de mi curso de encaje de bolillos que por favor, que no me peguen más en la hora del recreo, que ya he dicho lo que querían que dijese. Sobre todo decírselo a Doña Paca, que tiene muy mala follá y pega unas collejas de esas que te dejan las orejas dando vueltas.

Gracias.


jueves, 13 de noviembre de 2008

CowParade Madrid

Todo comenzó en Zurich (que es una ciudad de Suiza, no una compañía de seguros) hace ya diez años. A alguien, un loco tal vez, se le ocurrió la idea de montar una exposición urbana con vacas de fibra de vidrio, a tamaño natural, pintadas por artistas locales. 800 en total.

A Zurich, y tras el éxito de la idea, le siguieron Chicago, New York, Londres, Paris, Budapest, Barcelona, Vigo, Tokio, Buenos Aires, Sidney... Y ahora le toca el turno a Madrid.

¡Las vacas del CowParade ya están en Madrid!... 

Perdón por las exclamaciones... si es que me emociono con diez de picas (¿?).

Desde hace un par de semanas, y hasta el día 29 de este mes, los artistas trabajan con sus vacas. Las pintan, las visten, les ponen alas... Lo hacen en una carpa en la Plaza de Felipe II.



Después, del 16 de enero al 21 de marzo, se expondrán por las calles del Barrio de Salamanca, para uso y disfrute de los madrileños.

Si alguna de las vacas sufre daños durante la exposición (que los sufrirá, que hay mucho animal suelto por esta ciudad, con y sin cuernos) será llevada al Hospital de Vacas, sito en el Hospital Universitario Niño Jesús, donde miembros y alumnos de la Escuela de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Madrid "sanará" a las vacas".

No sé exactamente cuántas vacas hay en total. Supongo que es una cuestión de tetillas, de sumar todas las tetillas y dividir entre cuatro. A no ser que a algún artista, seguidor del arte transgresor,  se le haya ocurrido la idea de ponerle a su vaca una o dos tetillas más, que todo puede ser. En ese caso lo mejor es preguntar en la entrada, que seguro que lo saben.





lunes, 10 de noviembre de 2008

Sobre el río Kwai, de nueve a seis


Me siento como el puente sobre el río Kwai. Llevo años viendo pasar gente, y estoy convencido de que una gran parte de esa gente quiere dinamitarme.

Pero, a diferencia del famoso y oscarizado puente, yo no tengo japos que me protejan.

Estoy hablando del curro, por supuesto.



miércoles, 5 de noviembre de 2008

El diccionario de bolsillo roto de Pandemónium


Afroamericano. Llevo todo el día escuchando esa palabra. Y yo, sinceramente, no tengo muy claro que quiere decir.

El que sí parecía tenerlo claro era Ambrose Bierce, que en su Diccionario del Diablo lo define como "Negro que vota por nuestro partido".

La definición tiene tela, mucha tela que cortar, y supongo que cuando Bierce la hizo nunca llegó a plantearse (eran otros tiempos) que algún día tendría que ampliarla con una segunda acepción: "2. Negro que gana nuestras votaciones para presidente de los E.E.U.U."

De todas formas Bierce murió en... bueno, no se sabe muy bien cuándo murió, pero que está muerto ya os lo digo yo, así que no podrá ampliarla.

Yo no tengo ni el talento ni la ironía de Bierce, pero de lo que parece voy sobrado es de la osadía de intentar emularle, así que ni corto ni perezoso hace ya un par de años me dispuse a crear y publicar en mi antiguo blog (poco a poco y con buena letra) el Diccionario de Bolsillo Roto de Pandemónium.

Aquí os dejo unas cuantas definiciones.

Atasco, s. Reunión de músicos aficionados a un curioso instrumento de viento llamado "Claxon" que se produce diariamente en los accesos a las grandes ciudades y en las llamadas horas puntas. Si la reunión se produce en el interior de las ciudades suele haber un director de orquesta, vestido con un uniforme que lleva publicidad de una empresa llamada Policía Municipal, y que gusta de dirigir a los músicos con un silbato, en lugar de con una batuta.

Generalmente es el director de orquesta el que, a su llegada para regular el tráfico, origina la reunión de músicos. En otras ocasiones el director de orquesta llega una vez comenzada la reunión.

Los tres temas más interpretados en estas reuniones de músicos son: "Mueve el puto culo" , de Igor Karavanich; "Mujer tenías que ser", de Ludwing Van Stopen; y "Me cago en tu puta madre" , de Johan Sebastian Crash.

Buzón, s. Caja (generalmente metálica, provista de una cerradura que saltaría el más inútil aprendiz de ladrón, y con una ranura en su parte anterior) que es utilizada por los bancos para hacernos llegar las facturas.

Un buzón dice mucho de su dueño: su nombre; sus apellidos; su dirección; si está soltero o casado; si se encuentra de vacaciones en el apartamento de la playa y cuánto lleva (se mide contando el número de facturas: tantas facturas, tantos días fuera de casa); si está suscrito a alguna publicación, de náufragas en pelotas, por ejemplo.

Los buzones deberían estar protegidos en cámaras de seguridad a las que sólo tuviesen acceso personal autorizado. Por supuesto, entre este personal no estaría el cartero, que es un empleado público al servicio de los bancos.

Grapadora, s. Artefacto demoniáco que sirve para hacerse dos orificios sangrantes en un dedo.

Kilo, s. Terrible y odiada, sobre todo entre las féminas, unidad de peso que cuando se junta con unos cuantos más da inicio a la llamada "operación bikini". 

Liposucción, s. Última y desesperada fase de la operación binkini (ver Kilo). 

Repostaje, s.  Dícese de la acción de volver a publicar un post que ya había sido publicado (en el mismo blog o en otro diferente) anteriormente. Es un recurso utilizado por los blogueros cuando tienen el depósito de ideas vacío.

Vida,s. Según John Lennon es eso que nos ocurre mientras hacemos planes para el futuro. Yo aun iría más lejos y diría que es eso que nos ocurre mientras la Muerte hace planes para nuestro futuro.

Proximamente, más definiciones.


martes, 4 de noviembre de 2008

Seco, perezoso, e indefinido.


Llevo varios días intentando juntar unas líneas para el blog, pero nada, me veo incapaz. Mucho me temo que estoy seco. Así que he abierto el panel de control con la intención de escribir lo primero que se me pase por la cabeza y aquí me encuentro, ante la grandeza de la pantalla en blanco.

Y lo de grandeza no es un piropo.

También me he dado cuenta que, fuera del blog, llevo mucho tiempo sin escribir. Tengo mis cuentos abandonados (buen título para un libro de cuentos... bueno, al menos a mí me lo parece: "Cuentos abandonados", un libro de cuentos con todas las páginas en blanco... como aquel número de la Codorniz en el que en la portada un tren entraba en un tunel, para salir de él en la contraportada... y todas las páginas interiores en negro).

Tengo que juntar cien páginas en cuentos, para un libro, y no me llega. Y a este paso no me va a llegar porque estoy de un perezoso que no tiene parangón.

Parangón es una palabra que nunca había utilizado en el blog y que tenía yo ganas de meter, mira tú por donde.

Por otro lado, desde el otro lado del charco tres damas de alto drama (en el buen sentido de la palabra) y sonrisa encantadora esperan que les escriba una obra de teatro. Así es el mundo, una locura circular formada por husos horarios de los que la mayoría de las veces no hacemos buen uso. Sólo así, pensando en el mundo como en una loca esfera de locos, se puede entender que un pequeño grupo de teatro me pida que les escriba una obra para representarla sobre un escenario. Un pequeño grupo de teatro de donde el teatro es toda una forma de vida, nada menos.

Pero es que... estoy de un perezoso que sigue sin tener parangón.

Además de seco.

Mariano, el Zurdo, anda contando en su blog que el viernes me pasé por La Clandestina. Yo no digo ni que sí ni que no pero, ¿y quién dice que era yo?Porque, claro, llega un tío a La Clandestina y dice "Hola, soy el náufrago", o "A las buenas tardes, soy Carlos Añejo", o... no sé lo que dijo, pero yo desde luego hubiese dicho "Buenas tardes, ¿tienen ustedes palanganas?"... 

Pues eso, que llega un tío y dice que soy yo y, ¿tengo que ser yo?

Que yo no digo ni que sí, ni que no, sólo digo que el que fue el viernes pasado a La Clandestina podría ser cualquier lector anónimo de este blog, cualquier pirado que gusta de suplantar personalidades.

Estamos tan expuestos al engaño.

Por cierto, ¿alguien sabe dónde está en Madrid un garito que se llama La Clandestina?... que el de la calle La Palma no es, que eso es una librería que lleva un tío que habla, y habla, y habla, y habla...

Un tío encantador, por otro lado.

Pero mira que habla el tío...