lunes, 26 de marzo de 2007

Reloj no marques la hora

A mí, como a mucha gente, lo del cambio horario me deja medio gilipollas. Pero, a diferencia del resto de la gente, a mí me empieza a afectar un día antes. Sólo así se puede explicar que el viernes se me ocurriese poner el reloj del coche en hora, que lo llevaba retrasado una hora desde el último cambio horario, es decir, hace 6 meses (*).

Sí ya lo dice mi abuela: "el que no tiene memoria se la hace de papel".

También dice que "¿a quién cojones habrá salido este niño que parece medio gilipollas?".

Los náufragos amamos a nuestras abuelas porque a veces parece que es lo único coherente que queda en este mundo.



(*) nota para los lectores desmemoriados : en la madrugada del domingo se adelantó el reloj una hora, pero eso ya lo saben ustedes porque aquí el único medio gilipollas que hay soy yo, que ya lo dice mi abuela: "me cago en la leche, con los lectores tan majos que tienes y que no se te peguen sus virtudes...".

7 mensajes en la botella:

Absurdo Rutinario dijo...

A mi el cambio de hora sólo me afecta cuando tomo un avión.

Me pillaste en obra. Claustrofóbicas. Pero nunca digo no a conocer un nuevo Ente de la blogsfera. un saludo.

Letra dijo...

Me gusta tu abuela, me recuerda a la mía.
ME gusta tu blog, si me lo permitís vuelvo

Lena dijo...

Soy un desastre con el cambio de hora; no me afectó demasiado porque el domingo me levanté a las 12 de la mañana y la flta de una hora de sueño no la noté. Ahora, vamos a contarlo todo. En mi reloj a las 5 de la tarde, ya eran las 6 ;)) O eso, o no lo cambio!
Un beso! (otro a tu abuela ;))

Anónimo dijo...

¿Qué?
¿Que han cambiado la hora?
¿Quien?
¿Dónde?
¿Por qué?

Pues yo no me he enterado...

Voy a tirar mi reloj, para que no marque las horas. Y mediré el tiempo en ratos y en ratitos.
Y me fiaré del sol y de mi estómago, y dormiré cuando tenga sueño, y comeré cuando tenga hambre.

Total... ¿para que quiero el reloj? Para llegar siempre tarde a dónde nunca pasa nada...

Besos (un ratito).

Nathalie dijo...

jajajaja... seguro que no eres el único, aunque no todos se atreveran a confesarlo :P

a mi lo del cambio me da un poco igual, no noto la diferencia un domingo entre levantarme a las 3 o a las 4.

qué grandes son las abuelas, pozos de sabiduria cotidiana. Yo echio de menso a als mias sniff sniff

besitos

Laura Pando dijo...

Tu abuela tiene pinta de ser una tía muy maja... :D

Para mí el cambio de hora supone pasar más de 4 días jodida...Me cuesta acostumbrarme, supongo que yo también soy bastante gilipollas.

Besos gordos!

Carlos Añejo dijo...

No, no, no. Vamos a ver. En este blog no está permitido llamar gilipollas a las visitas, y eso incluye el autollamarse gilipollas.

Aquí el único que puede llamarse gilipollas a si mismo es el autor. Y fijaros que ni eso, que el muy gilipollas se llama medio gilipollas.

Que sea la última vez, Cascabel.

Gracias a todos por vuestra visita y por vuestros comentarios y, por supuesto, se permiten las segundas visitas (no así los segundos comentarios, que serán motivo de sanción administrativa).