lunes, 28 de mayo de 2012

La vida a cara o cruz

Era una moneda con dos caras. No una falsa moneda. Defecto de fabricación. Una broma del destino. 

Se la dio el charcutero, en el cambio de cuarto y mitad de chóped. Le había mandado su madre, mientras ella llenaba el carro en la frutería. Y se la guardó en el bolsillo sin decir nada.

Fue la última vez que tomó una decisión por sí mismo. A partir de ese día, utilizó su moneda con dos caras. Y siempre elegía cruz. No me pregunten por qué, supongo que es lo que tiene sentirse un perdedor. Tal vez lo era. O tal vez es lo que quería ser.

Ayer recogieron su cuerpo del suelo. Sin vida. Destrozado por doce pisos de caída libre. Acababa de cumplir los cuarenta. Y había decidido que si salía cara, saltaba.





6 mensajes en la botella:

Trasto dijo...

Por eso nunca me ha gustado jugarme la vida a cara o cruz...

Lo mío es jugármela a doble o nada.

PD: Et felicito, fill!

Anhónima dijo...

¡Juro que nunca más volveré a comprar chóped!
Bye, bye charcutero! Auf vieder sehen
!

Carlos Añejo dijo...

¡Pero qué os pasa en la boca a las due!

rogue dijo...

Cuánto poliglotismo por este blog, no? :D

Anhónima dijo...

¡Hola Náufrago! ¿Cuándo pilla usted las vacaciones?

Carlos Añejo dijo...

El lunes 28 de mayo, mi querida Anhónima.

Lo he echado a cara o cruz y ha salido esa fecha.