Esto de los blogs es un poco como las lentejas, que para comértelas no basta con que tengas un plato caliente lleno de estas apasionantes legumbres. Tienes que tener, además, hambre.
Yo ahora mismo hambre, lo que se dice hambre, no tengo. Así que las dejo.
Cuando me vuelvan las ganas de comer me las como. Con un chorrito de vinagre, eso sí.
Por cierto, y ya con esto os dejo en paz hasta vete tú a saber cuándo, ya ha comenzado la temporada de Tomateras 2008. En estos momentos hay unas cuantas (no sabría decir el número exacto, al menos hasta que abandonen el estado de semilla) luchando por sobrevivir en mi balcón. Rezad por ellas. Los ateos pueden sustituir el rezo por una canción de Riki López, si lo prefieren.