Como una hormiguita... Nunca me ha gustado esta frase. Y no me gusta porque no sólo se utiliza como metáfora, también tiene una parte de admiración. Siempre se dice “como una hormiguita” en un contexto positivo. Nunca oiréis a nadie decir “como una puta hormiguita”, o “mira la mierda la hormiguita”. No, lo de como una hormiguita se utiliza siempre en el buen sentido de la palabra. La hormiguita es organizada, es incansable, trabajadora, obediente, no es egoísta, lo que hace lo hace por el bien de la comunidad, nunca por el bien propio. Perfecto, todo esto está muy bien, pero... ¿dónde está el mérito?
No lo busquéis. No lo tiene.
Lo que la hormiguita hace lo hace porque lo lleva en los genes. No pone nada de su parte, ya lo pusieron (como hormiguitas) sus padres, y antes que sus padres los padres de sus padres, y así hasta el inicio de los tiempos.
Lo nuestro si que tiene mérito, que siendo mamíferos, vertebrados, implumes y todo eso nos pasamos todo el puto día actuando como hormiguitas. Madrugamos para ir a trabajar. Nos comemos el atasco diario o nos metemos en sitios donde ni los borregos viajarían. Trabajamos 8 horas (en el mejor de los casos). Llegamos a casa tarde y cansados. Dormimos unas pocas horas. Y vuelta a empezar. Día tras día. Y encima tenemos que aguantarnos los unos a los otros.
Fijaros en vuestro perro, o en vuestro gato. Mamíferos, vertebrados, e implumes como nosotros. Todo el santo día tumbados. ¿Y el león (otro primo hermano nuestro), qué me decís del león?... Ese si que sabe. Todo el día tumbado, sólo se levanta para comer, que ni siquiera tiene que cazar, que ya lo hacen las hembras por él.
Y el guepardo.
Y el puma.
Y el pavo real.
Perdón, este último no (malditas asociaciones de ideas).
Somos el hazmerreír de la mamifeidad. Pringaos, nos grita la hiena mientras se descojona.
Pero bueno, que yo venía aquí a hablar de mi móvil.
No tiene muchas polladas. No tiene bluetooth. No tiene mp3. No tiene 3G. Pero tiene cámara.
Todavía no lo controlo bien, por eso cuando esta mañana ha sonado la alarma (yo utilizo el móvil de despertador, además del propio despertador, la radio, el microondas, la cafetera y el cepillo de dientes eléctrico... soy una marmota, que es un mamífero, vertebrado e implume que se pasa el día durmiendo... un nuevo ejemplo)... por dónde iba... cuando esta mañana ha sonado la alarma en lugar de apagarla he pulsado el botón equivocado y me he hecho una foto sin darme cuenta. Os la pongo para que me veáis en el momento justo en el que abandono el maravilloso mundo de los sueños.
Veis lo que os decía. Debería estar prohibido por las leyes humanas, las divinas, y las de los mamíferos que el hombre madrugase tanto.
Ponle un despertador a un león para que se levante cuando todavía es noche cerrada. Se tragará el despertador de un bocado y seguirá durmiendo. Y cuando el sol del mediodía le despierte con su calidez, el león se atusará la melena, te buscará, y te arrancará los huevos de un zarpazo. Por despertarle a las 6 de la mañana.
Y mientras te los arranca la hiena que sigue descojonándose de ti. Por pringao.
Y por eunuco.