martes, 14 de diciembre de 2010

Magnánimo retrato de familia

- Como los ángeles al caer el Sol. Con esa belleza que sólo tienen los tocados por la gracia divina.

- Pero, ¿y su majestad la reina?

- No os preocupéis, que éste pincel lo dirige Dios, no el Diablo. La luz hará el resto.

- Muy bien. Y esta vez nada de narices grandes.

- No se plasmará lo que no existe. Y si alguna vez se hizo, ruego vuestro perdón.

- Mi perdón siempre es más grande que vuestra osadía, maestro. No así mi paciencia. Tenedlo en cuenta.

- Sois magnánimo.

- Lo soy. Podéis empezar.

- Ardo en deseos.

- Ah, y no olvidéis poner al perro.

- Por supuesto. A sus pies, majestad.




13 mensajes en la botella:

Belén dijo...

La verdad es que hay que tener muchos huevos para pintar a estos, con lo feos que son, y salir bien parado....

Besicos

San Ateo dijo...

Pobre Goya, vaya plato de mal gusto. Estaría aún desnudando a la maja en su cabeza.
Ahora entiendo de qué se esconde el perro de Goya.

Mariano Zurdo dijo...

No nos vendría mal un Goya para retratar a la familia real actual...

Anónimo dijo...

Pues no sé que será peor: si vivir como los pintores clásicos, de la realeza y la Iglesia, o como los de ahora, de las subvenciones; por lo menos los de antes tenían que comerse el coco para hacer algo decente con la materia que tenían. Hoy solo hay que pensar en el sobre.

Wen dijo...

Que recuerdos universitarios .... cuando era joven... ains...
Que se lo digan a Antonio López y sus super esculturas de los reyes ( vergüenza ajena )

Anhónima dijo...

Majestuoso relato, mi querido…
Guapo, guapo de narices.

Trasto dijo...

Dicen que hasta los 40 uno no tiene la culpa de la cara que tiene... Y yo me pregunto en qué narices estaría pensando el cuarentón que la lió por primera vez.

La lió tan gorda que las consecuencias han llegado hasta nuestros días.

Eso no hay Goya ni photoshop que lo esconda.

Gracias por el cuento, cuentista.

Miguel Baquero dijo...

Yo también me he dicho muchas veces que hace falta tener mucho valor como pintor o que el retratado tenga una alta y ridícula estima de sí mismo para no darse cuenta del cuadro grotesco y cruel que compone Goya

Aitor Maiden dijo...

El caso es que los Borbones siguen igual.

Irreverens dijo...

¿Acaso soy la única que anda buscando al perro?

Anónimo dijo...

Guau.

Carlos Añejo dijo...

Es curioso que siendo yo monárquico, uno de los pocos monárquicos que quedan en este país (creo que somo tres, y uno está muy grave por una indigestión de huevos fritos), todos, o casi todos mis lectores sean republicanos.

Por cierto, el perro... es que a última hora se declaró republicano... el muy Judas.

Gracias a todos por sus reales comentarios.

Irreverens dijo...

Muy jocoso, Mr. Walker.
:)