miércoles, 18 de mayo de 2011

Rollin'Stone

Reunió todos sus discos de backup e hizo una fogata con ellos en el jardín. Mientras observaba como el martillo de Dios se acercaba llameante desde el cielo, pinchó una salchicha en un palo y la puso sobre el fuego. Y comenzó a cantar una de los Stones. Esa de la que nunca conseguía recordar el título.




7 mensajes en la botella:

Wen dijo...

Ñam !

Anónimo dijo...

Que se limite a cantar y deje de preocuparse por los backup, que de eso ya se ocupará el martillo de Dios.
Y de los Stones, también: alguien tenía que hacerlo, algún día.

Carlos Añejo dijo...

Wen, ¡glotona!

Jaja, Rick... a los Stones no los finiquita ni el martillo de Dios, ni el destornillador del Diablo, ni siquiera la guadaña de la Parca.

Anhónima dijo...

Hola, está usted muy “Jumpin' Jack Flash, It's a gas! Gas! Gas!”

Carlos Añejo dijo...

Pues si es un gas yo no he sido, eh, Anhónima, que yo lo gases en soledad...

Trasto dijo...

Si yo fuese un backup, seguramente también preferiría ése magnánimo fin...

Pero solo soy un trasto y para un trasto cualquier discreto fin es adecuado, pero puestos a preferir, prefiero acabar mis dias durante el solsticio de verano en una hoguera de san juan, a la hora de las brujas.

Y dejadme (¡ay!) que yo prefiera la hoguera.
La hoguera, la hoguera, la hoguera.
La hoguera tiene un que se yo que sólo lo tiene la hoguera.

Y seguro que las ascuas darían para hacer una tostada...

Carlos Añejo dijo...

Bueno, Trasto, yo sé que iba de maravilla nuestro castizo garrote vil
para ajustarle la golilla al pescuezo más incivil. Pero reconozco que es verdad: la hoguera tiene un qué sé yo, que sólo lo tiene la hoguera.

Gracias a todos por vuestros comentarios.