lunes, 20 de septiembre de 2010

Hombre refranero, hombre puñetero


Por todos es sabido que el refranero popular es sabio pero, ¿y qué, en su afan por abarcar todos los campos de la vida, se ha convertido en un chaquetero?

Porque, vamos a ver, si al que madruga Dios le ayuda, ¿por qué no por mucho madrugar amanece más temprano?

Yo esta es una pregunta que me hago todas las noches cuando voy a poner en hora el despertador y así me va, que me tiro una hora adelantando y retrasando el toque de diana y al final siempre me quedo dormido y llego tarde al curro.

Luego te encuentras que cada uno en su casa, y Dios en la de todos; pero resulta que si a mi casa no vas, de la tuya me echas. ¿En qué quedamos?

Decides salir de tu casa e ir de visita, y como ves que el anfitrión no se estira le dices “ponme algo de picar, ¿no?, que hoy no he comido”. Y te pone un chusco de pan y tú, todo indignado, tiras de refranero: pan con pan comida de tontos. Y el anfitrión que tira de refranero, como no, y te dice dame pan, y llámame tonto... 

Anda, vuelve a por otra.

Para terminar decir que esta es la entrada  que más me ha costado escribir. Siempre intentaba encontrar un hueco para escribirlo porque no hay que dejar para mañana lo que puedas hacer hoy, pero a mitad de artículo terminaba dejándolo porque al fin y al cabo hay más días que longanizas

Maldito refranero chaquetero.


Publicado originalmente hace mucho, mucho tiempo,
 en un blog muy, muy lejano.


12 mensajes en la botella:

Rara Avis dijo...

La vida esta llena de contradiciones... ¡que le vamos a hacer!!!

Abrazos...

Aitor Maiden dijo...

Odio la gente que se pone pelmaza recitando el refranero popular. Es un recurso ventajista y oportunista como ninguno.

Wen dijo...

Yo una vez contesté con un refrán a un amigo y me dijo eso de " niña refranera, niña puñetera" , y no he vuelto oiga.
Mi favorito es el de " Cuando el grajo vuela bajo... hace un frío del carajo " No sé por qué, pero me gusta ( y además es verdad ) Y el que más odio es el de "Quien con niños duerme, meado amanece " Una pedrada en la cabeza le metía a quien se le ocurrió.
Y con esto y un bizcocho....

Anónimo dijo...

Si es que lo de los refranes es como las religiones: cada afirmación tiene su negación correspondiente, para que luego cada uno pueda hacer de su capa un sayo. O sea, que la supuesta sabiduría de estas cosas no es tal. O sí lo es: hecha la ley, hecha la trampa.

Irreverens dijo...

Vamos, que donde dije Digo, digo Diego.

Si no lo he entendido mal...

Carlos Añejo dijo...

Llenita, Ayshane, pero cuesta arriba o cuesta abajo, echa siempre por el atajo.

No seas tan duro Aitor. Tú acoge lo provechoso, y no admitas lo dañoso.

Ya sabes, Wen: a consejo ruin, campana de madera.

Claro, Paseante, por eso al loco y al fraile, aire.

Lo cierto, Irre, es que cuando el cura llamó a Gabino, no dijo "Gabino ven", dijo "venga vino".

Kim dijo...

Quisiera encontrar un comentario ingenioso, pero carezco de esa cualidad.
Lo que pasa es que me parece feo pasar sin dejar huella, no?

Eso sí, te lo cambio por un elogio sincero: Da gusto leerte, y me conformo con encontrar aquí el ingenio que me falta.

P.D.: Aquí tampoco hay nada de comer??

Wen dijo...

Ah, pues no, no lo sabía.
Pero mira, no te acostarás, sin saber una cosa más.

Carlos Añejo dijo...

Hay de comer, Kim, pero me temo que es todo verdura. Y ya sabes: de lo que come el grillo, poquillo.

Pero no te levantes muy tarde, Wen, que quien mucho duerme poco aprende.

Odiseo de Saturnalia dijo...

Lo malo no está en los refranes, que de hecho, suelen ser inteligentes. Está en el uso que de ellos hace la gente. Y cuando es excesivo, como grabado en fuego, se asemeja más que a cultura a lorillo.

Carlos Añejo dijo...

Tienes razón, Odiseo. Cuando algo es excesivo, al final es como oír misa.

Y como "lo primero es oír misa y almorzar; y si corre mucha prisa, almorzar y dejar la misa", dejo la misa por hoy, que tengo hambre, y prisa.

Gracias a todos por vuestros comentarios.

Trasto dijo...

No es que el refranero sea chaquetero. Sólo es humano... y cómo tal está lleno de contradicciones.
Te apunto uno más: "Y el tabernero, viendo que perdía, también bebía".

Besos

PD: Desde que existe el hombre existen los refranes. "Do ut des"