martes, 30 de noviembre de 2010
Naufraken pis
Dominga, como en la canción, se ha liado la manta a la cabeza, y se ha ido para la estación. Ay que demostrando una entereza que no tiene parangón.
- No podemos estar sin botella de comentarios.
- ¿No podemos?
- NO-PO-DE-MOS.
- No podemos, no podemos...
Bueno, en realidad, se ha ido para el aeropuerto, y me ha llevado consigo. Y yo, encantado de la vida.
- ¿Encantado?
- Encantado, encantado...
Dirección Bruselas, ahí es nada.
- ¿Y por qué a Bruselas, Dominga?
- Porque allí es donde está el Capitán Haddock y, por consiguiente, allí es donde está la botella de los comentarios. Y a partir de ahora no me llames Dominga, llámame Dominique.
Oh, Dominique, ma Dominique.
Bruselas es una ciudad fría, y oscura. Para combatir el frío, los bruselenses beben vino caliente, que es muy de Centroeuropa; y para iluminar la ciudad ponen velas en el suelo, que es muy de... no sé, ¿de entierros?
Nada más llegar me di cuenta de que sí, efectivamente: de encontrar al Capitán Haddock tenía que ser en Bruselas. Sus paredes están llenas de personajes de cómics. Aunque ellos no lo llaman cómic, lo llaman Bande Desinée, o BD.
- Como Norma Duval, ¿eh, Dominique?
- ¿Norma Duval?
- Sí, que es vedette
- ...
- Vedette.. ve-det... B D... BD.
Sí, en Bruselas hace mucho frío, y bebes mucho vino caliente...
Mucho...
- Anda, cachondo, vamos para el Museo del Cómic.
Dicen que el Capitán Haddock se cansó de vivir en la Mansión Pasador, y se fue a vivir al Museo del Cómic de Bruselas. Aunque yo apuesto más porque lo que pasó es que se gastó toda su fortuna en ron, y tuvo que vender su casa para pagarse las copas.
- Sí, o se la gastó en vino caliente. Anda, cachondo, vamos para el Museo.
Que sí coño, que vamos para el museo.
El Museo del Cómic de Bruselas es caro. Lo pagas porque eres friki, y porque tienes que recuperar una botella.
Pero bueno, más caro te sale sacarle una foto el Atomium: tiene derechos de autor, y sí cuelgas su foto en tu blog te meten un puro que riete tú de Ramoncín, o Gamoncín, que es como lo conocen por Bruselas.
A Tintín lo llaman Tantán, por cierto.
A los bruselenses es que les gusta el vino caliente, coño.
A lo que íbamos, que finalmente encontramos al Capitán Haddock en la tienda del museo, currando de dependiente.
- Hay que ganarse la vida, chaval. Peor es ir cobrando por sacarle fotos al Atomiun, ¿no?
- Sí, o ir robando botellas, no te jode.
- Calla, coño, Dominga. Que este tío tiene muy mala follá.
- No me callo. Este caballero se ha llevado tu botella, y te la va a devolver. Y me llamo Dominique, leches.
- Oh, Dominique, ma Dominique.
- Joder, que pedo lleva el capitán.
Y que chorizos los pitufos, que también viven allí, en el museo del cómic. Aprovechando el revuelo de la discusión con el capitán los muy cabrones me levantaron la cartera y el reloj.
Al final el capitán accedió a devolvernos la botella, a cambio del vaso de vino caliente que llevaba yo, y del gofre con chocolate que llevaba Dominga. Ah, y de soltar al pitufo que había conseguido atrapar y tenía agarrado del rabito. Es que al capitán le hacen gracia los pitufitos.
- No me sale de los huevos darle el vino.
- Que le des el vino, coño, que el avión sale en media hora.
- Vale, pero al pitufo me lo llevo yo agarrado del rabo hasta Madrid. Por mis cojones.
Así que nada... la botella de los comentarios, ha vuelto a casa.
Y vendo pitufo con el rabo hinchado. Ideal como llavero.
El Capitán Haddock,
en el museo del cómic de Bruselas.
[todas las fotos by Carlos Añejo y Dominga, excepto las del Atomium]
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8 mensajes en la botella:
Qué suerte :) Yo hace mil años que no voy a ningún lado, me habéis dado una envidia... :)
Menos mal que habés recuperado la botella, más gracias a Dominique que otra cosa, todo hay que decirlo :)
Yo quiero el pitufo, lo quiero
Que es lo único que me gustó de Bruselas... el museo del cómic.. bueno, eso y las patatas fritas...
Besicos
Sí que son raritos los bruseloides, sí; bueno, los belgas en general. Y "Tantán" refleja muy bien ese carácter. Menos mal que andaba por el medio el borrachuzas de Haddock, para compensar.
Ya tenía yo ganas de que recuperaras la botella para poderte dejar un comentario.
Estuve hace años en el Atomium y me pareció uno de los monumentos más feos del mundo, así que casi mejor si no se le fotografía
Es cierto, Wen. Todo el mérito es de Dominga... perdón, de Dominique.
¿Cuánto ofreces por el pitufo?
Pues a mí sí me ha gustado, Belén. Hombre, no es París, ni Roma, ni Londres, pero tiene su encanto. Y para un finde es perfecto. Besicos.
El Capitán Haddock es que debe ser hijo de inmigrantes asturianos, paseante.
Es que así, tan grande, como que no mola... Ahora bien, visto al microscopio, la cosa cambia. Gracias por esta tu primera visita, Miguel.
Usted se ha ido de “Luna de miel”
Anda que no se nota.
Voy a comentar, ahora que tenemos botella...
¡Holaaa!
Fabuloso tándem; se me han disparado las transaminasas.
¡Coño!... ahora entiendo lo de los anillos.
Por cierto, ¿las transaminasas no es eso que tienen los Jedi en la sangre?
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