jueves, 28 de diciembre de 2006

¡Consumid, malditos, consumid!

En el relato de Juan José Millás “El hombre hueco”, perteneciente al libro de relatos “Ella imagina”, Vicente Holgado, nexo de unión de todos los relatos que forman el mencionado libro, aunque este Vicente Holgado que protagoniza todos los relatos nunca sea el mismo Vicente Holgado, se da cuenta un día al fracturarse una pierna haciendo ejercicio en una bicicleta estática (con dos cojones) que está hueco por dentro, hasta el punto de que si se introduce huesos de aceitunas por la oreja estos caen rodando hasta la punta de sus pies.

En estos días navideños yo me siento como Vicente Holgado. Me siento hueco. Pero en lugar de llenar mi vacío con huesos de aceitunas lo lleno con polvorones, turrón, mazapanes, almendras garrapiñadas, y con el humo de mis cigarros, que es igual de estúpido que llenarlo de huesos de aceitunas, pero menos surrealista.

Maldita sea la Navidad, época de ilusiones perdidas, de nostalgias encontradas, de sueños rotos como la pierna de Vicente Holgado.

Maldita seas por recordarme a todas horas que soy un náufrago en una palangana.




1 mensajes en la botella:

Anónimo dijo...

Pe..pe...pero...¡Náufrago!!como dices estas cosas en horario infantil!!...¿que llenas el vacío con polvos-rones??...Eso, tu di que sí, con un par...ummmm ¿y los rones estaban buenos??...
( Hombre, con esto que cuentas, maldita, lo que se dice maldita, no parece mucho...;))