viernes, 29 de enero de 2010

Esto no es un cuento chino


Artabán, el cuarto rey mago, me ha traído móvil nuevo.

Bueno, en realidad no ha sido Artabán, he sido yo. Lo que pasa es que como todavía no tengo claro si auto-regalarse por Reyes es algo triste, propio de gente que no tiene a nadie en la vida, pues digo que ha sido Artabán. Y como la mayoría de la gente no tiene ni puta idea de quién es Artabán, y además le importa tres cojones quién te ha regalado lo que sea, pues aquí paz, y después gloria.

Un año, tras decir que Artabán me había traído tal o cual cosa (no recuerdo qué me auto-regalé ese año) alguien me preguntó quién era ese, y yo dije que un tío mío que tenía en Cuenca.

Pero bueno, volvamos al móvil, que además, de Artabán ya hablé en su día en este blog.

Tiene un diccionario inglés-chino. Así, sin anestesia: un diccionario inglés-chino.

Yo, no lo entiendo. ¿Por qué cojones le meten a mi móvil un diccionario inglés-chino? Si fuese español-portugués, que el móvil lleva además antena GPS con una navegador con mapas de España-Portugal-Andorra, lo entendería. O inglés-portugués, mira lo que te digo. Pero, ¿inglés-chino?

Si pones una palabra, te da la definición en inglés, y además te la traduce al chino. Pero lo más sorprendente es que si pones el cursor sobre la palabra, te la pronuncia. En inglés, y en chino.

Claro, yo que sé inglés, poco, pero sé, a mí como que no me convence. Suena como si un robot estuviese aprendiendo a hablar.

El problema es que no sé si con la pronunciación en chino pasa lo mismo, porque yo de chino lo mismo que de clarinete. Es decir, nothing... o no-zin, como dice mi móvil. Así, sin sentimiento, sin pasión. No-Zin. Que escrito así parece chino, pero no, es inglés.

Así que, como la curiosidad me produce urticaria, bajé a la calle, teléfono en mano, decidido a parar al primer chino que se cruzase por mi camino para pedirle opinión sobre la pronunciación de mi móvil y...

Vale, lo sé, no me lo recuerdes más: dejarle el móvil a un desconocido que te encuentres por la calle no es buena idea. Pero, ¿cómo cojones iba yo a saber que aquel tipo acababa de salir del talego?... ¿cómo iba yo a saber que no era chino, que era de PanBen, una barriada de la periferia de Madrid, que de chino sólo tenía la cara y el mote que le pusieron en prisión? (oye, tú, clavado al Jackie Chang)... ¿Cómo iba yo a saber que el muy cabrón corría tan rápido?...

No soy adivino, ni el móvil lleva instalada una aplicación de clarividencia.

Me han dicho los del seguro (que es que yo lo aseguro todo, hasta lo que no estoy muy seguro que se pueda asegurar) que tengo que presentar la denuncia, y la factura del móvil.

- ¿La factura?

- Sí, la factura, para ver la cuantía de lo sustraído.

- Es que es un regalo.

- ¿De quién?

- Pues... de un tío mío, que tengo en Cuenca.


8 mensajes en la botella:

Wen dijo...

Pues a mí me parece la mar de práctico e interesante.
Por cierto, lo de Cuenca es que no te lo perdono....

Odiseo de Saturnalia dijo...

Yo pensaba que lo de engañar como a un chino, era otra cosa...

Ah... y lo de Cuenca... mmmmm... yo también tengo familia en Cuenca... jajajaja

Anónimo dijo...

Hola Añejo!
no sabía que tenías un tio en Cuenca... mi mujer tiene como 50 más o menos. y primos... no te digo.

lo del movil te pasa por ser un náufrago con nuevas tecnologías... si fueses como los de la vieja usanza, en plan naufrago de la isla del tesoro o los hijos del capitan grant...

una abraçada david fluxà

gazmi sigue haciendo de las suyas:
http://blogs.que.es/1328/posts

JAL dijo...

Pues a mí tu tío de Cuenca me ha traído un ordenador, también políglota

Anónimo dijo...

No tengo otra forma de ponerme en contacto con los amigos virtuales de Malulha Guevara, (mi hermana) y se ha creado un blog para hacerle un regalo. Si deseas participar en dicho regalo... os dejo el enlace. Gracias de antemano.
http://felicidadesmalulha.blogspot.com/

Carlos Añejo dijo...

Es que no pasas una, Wen...

A los chinos ya no los engaña ni el diablo, Odiseo.

Es que yo soy un náufrago cloud computing, David. Una abracadabra.

"El tío generoso" lo llamamos en la familia, Jal. Al otro tío lo llamamos "el tío que está en la cárcel". Me alegra verte de nuevo por aquí después de tanto tiempo.

Te he mandado un correo, Lupe.

Anhónima dijo...

Lo que no le pase a usted…

Carlos Añejo dijo...

Pues anda que usted, con esas gafas que me lleva...