domingo, 17 de diciembre de 2006

Que si la abuela fuma.


Normalmente cuando la gente se emborracha es cuando queda en evidencia. El alcohol y la mentira son malos compañeros, así que la gente cuando bebe se convierte en paladines de la verdad. Aunque en honor a la mentada hay que decir que generalmente defienden su verdad, que no tiene porque ser la de todos. La consecuente e inevitable resaca posterior es más compañera del silencio que de la verdad o la mentira.

Pero en mi caso, y siempre teniendo en cuenta que yo soy más raro que un perro verde, yo cuando quedo en evidencia es cuando tengo resaca. Y no es que cuando esté borracho no diga la verdad. Yo siempre digo la verdad, cuando litros de alcohol corren por mis venas, mujer, y cuando no corre ni uno sólo también, hombre. Pero es que cuando estoy con resaca me da por quedarme con el culo al aire delante de todo el mundo. Que le vamos a hacer.

Hoy estoy con resaca así que he decidido que voy a dejarme en evidencia y demostrar que, como de tantas otras cosas, de poesía no tengo ni puta idea.

Cantar del que si la abuela fuma
(basado en hechos reales).

Érase una vez, érase que se era,
En este planeta de locos, en esta alocada esfera
Un terrícola no fumeta, que quiere decir que no fuma
Decidió que era el momento de hacer de dos vidas una,
Y casarse con su amada,
Y ella dijo que sí,
Supongo que iría fumada.

¿Quieres a este fumeta por esposo? - preguntó el casamentero
Sí, claro, - dijo la novia - yo soy su pera y él es mi pero.
No, cariño - objetó el novio - tienes que decir "sí, quiero".

Sí, eso.

¿¡Me has llamado sieso? - dijo indignado el no fumeta
Que no – respondió ella - que tú lo flipas, que tú te has fumado un peta
¿¡Me has llamado sieso? - repitió él con roja de ira la jeta

Pues mira, ahora que lo dices sí, sieso.

Pero... mi vida, esto que me dices es duro, muy duro,
No te das cuenta que entre nuestro amor levantas un muro.
Por Dios, que desilusión, que corte, ¡qué apuro!.

Lo que no puede ser, le dijo ella, es que mi abuela venga desde Bruselas
Y que por mantener tus principios y tus manías varias
La pobre no pueda celebrar nuestro enlace fumándose un farias
¡Joder, qué viene de muy lejos, que el viaje vale unas pelas!.

¡En mi boda no se fuma!
Joder, cariño, que son nuestros invitados
¡Ni un ducados, ni un fortuna!.
Pero es que no les ves la cara mosqueados.

¡NO SE FUMA Y NO SE FUMA!
¡Y lo de cambiar la música de la marcha nupcial!
¿¡Qué pasa, qué no te gusta El Puma!?
No jodas, macho... ¿pavo real, pavo real?.

¡Queremos fumar, queremos fumar! - gritaron los invitados
He dicho que no se fuma, ¿o es qué no os dais por enterados?.
Y quita esa música ratonera - gritaron los comensales.
¿Qué pasa, tenéis algo en contra de los pavos reales?.

Y colorín colorado
Este cuento se ha acabado
Que ya lo que faltaba, la Tuna.
Me voy fuera, ¿quién más fuma?.

Y en este blog se fuma, porque a mí me da la gana
Soy un náufrago en una palangana.

2 mensajes en la botella:

Anónimo dijo...

Un, dos...probando, probando...a ver si hoy hay más suerte!!...

Que digo yo, Señor Añejo
que puestos a poetizar,
aquí, una que no sabe como,
se tendrá que re-pirar
y, entre calada y calada
ya pasará en mejor momento.

Trasto dijo...

Valgame dios (o XD), que locura
habráse visto, pardiez!
semejante caradura!
Que antes, menda, en esos meses
en que se casa la peña
vendía puros y farias
marlboros y hasta algún celtas.
Y ahora ya, ni en navidad
ni en las comidas de empresa,
ni en los restaurantes finos
dejan que una se enriquezca!
No permitas, naufraguista
que en tu blog te pongan quejas fumaré siempre que venga.

Fdo. La estanquera de Vallecas.