lunes, 14 de septiembre de 2009

Leyendo books nah dem meer


Hoy, entrada interactiva, esperando la participación de los lectores.

Os pongo en situación:

Un hotel, en la costa, al sur de este país que vio nacer a Cervantes, Lope de Vega, Calderón de la Barca, y al tío que escribe los prospectos de los medicamentos, entre otros. En una de las salas del hotel una librería, una pequeña librería con estantes, y un cartel que invita a los clientes, en inglés, castellano, y alemán, a dejar sus libros ya leídos para uso y disfrute de los demás clientes del hotel.

Aquí tenemos la balda de los libros en alemán.



Madre mía. La cantidad de alemanadas que tiene que haber ahí.

A continuación la balda con los libros en inglés.



Hay uno que se titula Beach Road. Muy propio.


Y por último el estante con los libros en perfecto español.



Ni el prospecto de las aspirinas, macho.

Yo no soy de los que piensan que una imagen vale más que mil palabras, pero si que una imagen tiene mil y una interpretaciones. Y, en el caso que nos ocupa, no todas tienen porque ser malas.

Alguien, por qué no, ante esta imagen interpretará que a escasos 200 metros del hotel habrá unos chiringuitos llenos de alemanes e ingleses poniéndose hasta arriba de sangría y paella, junto a una playa llena de españoles leyendo.

O, tal vez, interpretará que el español es un ávido lector de obras como Guerra y Paz, de libros de esos que no te terminas en una quincena ni leyendo 20 horas al día (incluyendo las 2 horas que te pasas sentado en el retrete por culpa de esa ensaladilla que te pusieron en el chiringuito).

O, qué cosas, interpretará que el español se ha dicho a si mismo "sí, y te dejo tambié el Marca en la cafetería del hotel, y papel higiénico en los baños de la planta baja, no te jode".

O, quién sabe, tal vez interpretará que al alemán no le queda más remedio que dejar, con lágrimas en los ojos, sus queridos libros en el hotel porque ha llenado el maletero de su flamante coche de chorizos, morcillas, lomos, jamones, gazpacho, y una paellera tamaño familiar que lleva de regalo para su cuñado y ya no queda sitio para nada más, al menos nada que no sea comestible.

O...

Lo dicho. Hay tantas interpretaciones. Tantas como, junto a una lagríma, granos de arena hay en la playa.

Seguro que tú también tienes la tuya.

No, tu lágrima no. Tu interpretación.


[ Las fotos son del mayor de los hermanos Añejo ]


12 mensajes en la botella:

Julia dijo...

Justo iba yo a decir una de tus opciones... que los libros en castellano deben ser los más leídos...
saludosss.

Irreverens dijo...

Jejeje, el título parece español+inglés+neerlandés.
:-P

Pues yo me quedo con esta opción:
el español se ha dicho a si mismo "sí, y te dejo también el Marca en la cafetería del hotel, y papel higiénico en los baños de la planta baja, no te jode".

Como la vida misma.
:)

David dijo...

Pues yo creo que simplemente es que el marca ya se queda en la barra del chiringuito... y no da tiempo a llevarlo a la balda que ya hay otro español ojeandolo.
La contraportada del AS es la que tiene más demanda... pero siempre se acaba rompiendo.
Un español llevandose un libro en vacaciones SIIIIIIIIIIIHOMBREEEEEEEEEEEEEEEEYQUEMÁAAAAS. No ves que por el plus te dan la pretemporada del Cascorro F.C. !!!!!

Wen dijo...

Intentando ser realista y razonable diría que, o se alojan pocos españoles en el hotel, o son unos rácanos de cojones y no solo no dejan los suyos sino que arrasan con los pocos que pudiera haber.
Libre de lógica y razón me inclino por pensar , que algún listillo se los está llevando todos para poner el un chiringuito de alquiler de libros low cost en la playuqui..... claro que no sé yo el éxito que tendrá... pero oye, estando en paro y sin tener nada mejor que hacer es cosa de intentarlo, no?

marisa bop dijo...

Lo único que me queda claro en la imagen es que los teutones son la mar de desordenados, digan lo que digan y pese a estereotipos.

Mariano Zurdo dijo...

Algunos libros tienen un precio que en vez de prestarlos mejor guardarlos en una caja fuerte.
Palabra de librero.

belenmadrid dijo...

yo como irre me he puesto a analizar el idioma del título del post, basta ya! dinos qué hotel es y nos vamos las dos y nos llevamos los de inglés y alemán y dejamos un montón en español, que son más baratos.

Trasto dijo...

¿Sabes el "dicho" que dicen?

Si hombre, el de que hay dos clases de tontos, los que prestan libros y los que los devuelven.

Yo creo que lo que ha pasado en ése hotel es que, los españoles somos mucho de "dichos"...

Besos

PD: A mi mismamente, se me caen lágrimas como puños cuando alguien me dice que le preste un libro. Como puños, Náufrago, de verdad.

Carlos Añejo dijo...

O al menos los más llevados a la playa, Julia. Saludos.

¿neerlandés?... ¡maltidos traductores automáticos!... Mi intención era poner "Leyendo libros junto al mar", pero vete tú a saber... lo mismo he puesto "Leyendo libros y a la mar fui a por naranjas"

La contraportada del As es un clásico... literatura pura y dura. Sobre todo dura.

País de pícaros, Wen.

Con dos cojones, Marisa.

Ahora bien, Mariano, los mejores precios en la Clandestina. ¿Dónde si no?.

Eso, Géminis, os vais Irre y tú y a mí que me den por donde amargan los pepinos... hay que joderse.

Yo los marco con mi Ex Libris, como al ganado, y de mi casa no salen si no es con un perro que me los traiga al redil. Soy un egoísta. Besos, Trasto.

Gracias a todos por vuestros comentarios.

Irreverens dijo...

"Junto al mar" es simplemente "am Meer" en alemán.
:)

Y tú te vienes con nosotras, ¡hombrepordios!

vitruvia dijo...

Con el comentario a Trasto has dado al trasto con mi respuesta, y es que los españoles, o al menos los españoles que leemos, o al menos yo como española que leo, dono antes mi sangre que donar un libro. Eso sí, frente a los que me quieran donar no tengo prejuicios. Libros a mi

Trasto dijo...

¿Ex-libris? O sea que fué libro y un mal dia dejó de serlo...

¡Que vida más perra la de los libros ajenos!

Como dice Vitru, libros a mí.

Besos