jueves, 13 de mayo de 2010

El sueño continúa


Dicen que el niño que le preguntaba a su padre que por qué eran del atleti fue perdiendo con el tiempo la ilusión. Poco a poco. Semana tras semana. Hasta que finalmente le dijo un día a su padre que no le acompañaba al Calderón, que ese domingo había quedado con una chica.

Y ya no volvió más al Manzanares.

Dicen que el niño que le preguntaba a su padre que por qué eran del atleti ahora es todo un hombre, recién casado, que espera su primer hijo, y que no recuerda en cuál de las cajas que se amontonan en el trastero guardó hace ya muchos años su camiseta de Paolo Futre.

Y sus bufandas rojiblancas.

Dicen que el niño que le preguntaba a su padre que por qué eran del atleti, ayer, mientras el atleti ganaba la final de la copa de la UEFA (ahora Europa League), estaba viendo la última de Russel Crow, porque a su mujer le gusta mucho, que es muy buen actor y está como un tren el tío, dice su mujer. Y como a su mujer se le antojó ir ayer, y él no quiere negarle a su mujer ni uno sólo de sus antojos, se fueron a verla juntos. De la mano.

Y es en technicolor.

Dicen que el niño que le preguntaba a su padre que por qué eran del atleti, al terminar la película, y aprovechando que su mujer había ido al baño, que ya se sabe que las embarazadas y los baños son uña y carne, llamó a su padre para preguntarle cómo había quedado el atleti, y que su padre le dijo, con lágrimas en los ojos, que eran campeones; y que, hijo, somos grandes otra vez.

Pero eso, hijo, tú no lo sabías.

Dicen que el niño que le preguntaba a su padre que por qué eran del atleti le mandó a su padre un fuerte abrazo, y un beso para su madre, a lo que el padre le contestó que su madre le estaba haciendo uno patucos al niño, y que le había pedido que los hiciese rojiblancos, y con el escudo del atleti, a lo que su madre había contestado que se fuese olvidando de lo del escudo, que dejase al niño en paz con la mierda del fútbol y la madre que lo parió.

Y que no hay más que hablar.

Dicen que el niño que le preguntaba a su padre que por qué eran del atleti anoche apagó la tele; se acostó junto a su mujer, ya dormida;  puso la mano sobre la barriga de su esposa; y, tras sentir como el corazón de su hijo palpitaba con fuerza, sonrió. Con ilusión. Con toda la ilusión antaño perdida.

Y se quedó dormido plácidamente.






7 mensajes en la botella:

Anhónima dijo...

Es usted un sentimental ¡¡¡OE OE OE!!!
¡¡¡Y qué bien escribe, OE OE!!!

(Qué fuerte, me ha salido en la”verificación de la palabra”: OEOEOEOE.)

Wen dijo...

Qué tierno :) pero que tierno.... :D

Molan muchísimo siempre los spots del Atleti, tocan la fibra sensible hasta de los que no somos del Atleti.

Trasto dijo...

Yo no entiendo de balones,
pero entiendo de ilusiones,
tejer patucos de rayas
como el que teje "inversiones".

"Ni merengues ni marrones",
las querencias son querencias
aunque se duerman un tiempo
y aunque toquen los cojones.

Y entiendo ésas alegrias,
y que la edad no perdone.
Y que cuando llega el tiempo
de que ya nada te pone
que a uno le pongan las rayas
"canallas de los colchones".

¡Tralará!

Carlos Añejo dijo...

Y usted es una cachonda, Anhónima.

¿Has visto el de la niña con el balón en la playa, Wen?. Ese le saca la lagrimilla hasta a Chuck Norris.

Gracias por las rimas, Trasto. Un beso canalla. O mejor aún: Un beso, canalla.

Carlos Añejo dijo...

Y usted es una cachonda, Anhónima.

¿Has visto el de la niña con el balón en la playa, Wen?. Ese le saca la lagrimilla hasta a Chuck Norris.

Gracias por las rimas, Trasto. Un beso canalla. O mejor aún: Un beso, canalla.

Irreverens dijo...

Estoy con Anhónima: escribes de puta madre, Náufrago.

Del "furbo", como que paso mil.
:)

Carlos Añejo dijo...

No se dice furbo, Irre... se dice furgol.

Gracias a todos por vuestros comentarios.