viernes, 10 de agosto de 2007

Pasatiempos

Pasatiempo... que palabra más engañosa. Referencia algo lúdico, pero si la analizas en profundidad su significado cae sobre tí como una losa.

El verano es época de pasatiempos. Las publicaciones amplían su sección de pasatiempos, o sacan un suplemento especial con pasatiempos para toda la familia, menos para el tío Alberto, el presidiario, que bastante pasatiempo tiene con esquivar al "Greñas" en el patio de la cárcel. Y es que el "Greñas" se la tiene jurada desde que se encontró que el tío Alberto había hecho todos los libros de sudokus que había en la biblioteca del penal.

En Diario de un náufrago en una palangana no íbamos a ser menos que otras publicaciones, y vamos a poner un pasatiempo. Eso sí, el que no tenga tiempo, que pase.


Pasatiempos palanganeros: el anacrograma

Vaqueros con reloj digital. Romanos en vaqueros. Maria Antonieta viendo una de romanos en su televisor de plasma. Son los anacronismos, incongruencias que resultan de presentar algo como propio de una época a la que no corresponde.


En el siguiente cuento, rescatado del baúl de los desechados tras leer la serie de posts que Nathalie está escribiendo sobre la ciudad de la luz, hay un anacronismo. Encuéntrelo y luego, si quiere, píntelo de verde.


Julio Verne enamorado.

Aquel año la primavera llegó sin previo aviso al viejo París, sumiendo al joven escritor en esa profunda melancolía que le golpea a uno cuando la belleza lo invade todo y no tienes a tu amada junto a tí para compartir todo el torrente de sensaciones que provoca su llegada. Desde la pequeña ventana de su buhardilla de la Rue de l'Ancienne-Comédie el aprendiz de letras observó como la vida llenaba las calles de la ciudad y decidió no acudir, como cada mañana, a la Biblioteca Nacional para estudiar las ciencias que tanto le apasionan, y dedicar las horas tempranas del día a alimentar su melancolía con un paseo por el Sena.

Las tranquilas aguas del Sena brillaban con las primeras luces del día, reflejando sobre la ribera todo el esplendor de la cálida luz del primer sol de primavera. El joven escritor se sentó junto a las aguas y se quedó mirando la silueta del Sacré Coeur. Allá arriba, pensó, en el monte de los mártires del arte, algún joven pintor, hambriento y sin un franco en el bolsillo se sentirá el hombre más feliz del mundo por poder pintar el rostro de su amada, tal vez su cuerpo desnudo.

Mientras se imaginaba a si mismo en su pobre buhardilla pintando a su amada Caroline, sacó su libreta y comenzó a escribir con trazo suave.

Como un viajero sin destino ni equipaje,
Como un turista convertido en vagabundo.
Ochenta días para dar la vuelta al mundo,
Ochenta besos para hacer contigo el viaje.

Pondré tu nombre a las estrellas más bellas,
Durante mi viaje de la Tierra a la Luna.
Y si tu nombre no lo merece ninguna,
Haré una sola de la unión de todas ellas.

Tomaré prestada tu mirada y la haré mía,
Si no vienes conmigo al centro de la Tierra.
En la profunda soledad la oscuridad se cierra,
Tus ojos son mi luz, mi única guía.

El sonido de un barco que se acercaba rompiendo la paz de las aguas le apartó de su escritura. Sobre el barco, un joven marinero, apenas un niño recién convertido en hombre, se afanaba por mantener estable la carga que torpemente había sido distribuida por la embarcación.

El joven escritor se incorporó con un movimiento lento y cansado, miró con tristeza lo que había escrito, arranco la hoja de su libreta, y la arrojó al río.

Quién sabe, quizás después de todo sea cierto que el amor no es más que un pobre ciego que vaga por el mundo guiado por lazarillos tan dispares como la locura, el deseo, y el dolor. Por eso, tal vez por eso, mientras nuestro escritor se alejaba en dirección a la Biblioteca Nacional, dos jóvenes que se besaban encubiertos por las sombras de un viejo álamo no vieron como las palabras de amor de un joven aprendiz de ciencias se perdían para siempre allá, en el viejo París.

20 mensajes en la botella:

Anónimo dijo...

¡¡Dios mío!! Ya casi me lo sé de memoria de tanto leerlo y no doy con él, jajajajjaa. Quiero pensar que son las horas y el sueño, mejor que darme cuenta de mi ineptitud.
Buenas noches y hasta mañana, porque no soy de las que me rindo.

Anónimo dijo...

¿...de las que me rindo??, jajajajaj, ves como es el sueño.

Mandarina azul dijo...

¡Ya lo tengo! Todo el mundo sabe que en tiempos de Julio Verne ya existía el euro, nada de francos.
Si es que soy más listaaa... ya me lo dice mi madre a todas horas.
Y sólo he tenido que leer el texto cuarenta veces. Asombroso, ¿a que sí?

wen- dijo...

Supongo que tendrá que ver con la Bibioteca Nacional o con el Sacre Coeur. Igual este último.
Mi respuesta final es el Sacre Coeur XD
En realidad no tengo ni idea

Mentalizada dijo...

No tengo ni flowers, pero me encanta el poema...
Aixs... qué poco tiempo tengo para los pasatiempos!!!
Por ciertooooor... Qué fue de Batmini??? (El murciélago, vaya...)

Anónimo dijo...

¿viaje de la tierra a la luna?? Amos venga...el Verne eso no lo vio ;-))
Besos para ti y para Nathalie que te ha dado pie ( del 45..no?) para hacer este paso del tiempo.

Nathalie dijo...

ostras, qué protagonismo inesperado! jajaja

aprovecho para recoger los besos de crazy (gracias!) y decir que solo un calzo un 39 xD

Sobre el anacronismo no lo tengo tan claro...Puede ser que desde la orilla del Sena no se ve bien el Sacre Coeur?? la verdad es que voy a quedar fatal, pero no tengo ni idea...

Eduardo dijo...

Al parecer París nos domina a todos últimamente.

Anónimo dijo...

jajaja...Nathalie...me refería al pie del Naúfrago, no al tuyo...jajaja...Te mando más besos para compensar el error producido por mi forma inexacta de expresarme...

Carlos Añejo dijo...

Vitruvia, que descanses... falta te hace ;-)

Mandarina, quien tiene una madre tiene un tesoro. La mía también me miente constantemente.

Wen... sí, o con el Sena, el álamo, la pareja, el pintor, el franco o el barco. No chata, no... eso no vale... hay que decir una única respuesta y razonarla.

Mentalizada, gracias por gustarte el poema.

Crazy, sí lo vió... con la imaginación, que es la mejor pantalla que existe... y no la venden en el mediamarkt (para desgracia de la humanidad).

Nathalie... entiendo... aprovechas para recoger los besos de Crazy pero para el que te menta ni uno... muy bien, muy bien.

Ed... bueno, a todos no... con nosotros lo intentó hace un par de siglos mandándonos a un tío bajito con nombre de coñac y no lo consiguió.

Nuevamente Crazy... venga, sí, mándale más besos a Nathalie, y nuevamente al menda que le den por culo.

Muchas gracias a todos por vuestra participación. En comentario aparte pondré la solución.

Carlos Añejo dijo...

La solución es el Sacré Coeur. La primera piedra de esta basílica se colocó en 1875, y no se completó hasta la Primera Guerra Mundial. Y el Julio Verne de este relato no es más que un adolescente imberbe recién llegado a Paris desde su Nantes natal, es decir, allá por el año 1850 aproximadamente, que es cuando su prima Caroline, de la que estaba perdidamente enamorado, decide que su cama la va a calentar otro hombre que no es él… bueno, su cama y otras cosas, que por aquella época de cara a la galería todos muy recatados, pero luego en la soledad de la alcoba…. Años más tarde Julio Verne se casó con una viuda para que le mantuviese mientras él escribía sus fantasías, o al menos eso dicen las malas lenguas. Y es que ser un genio está muy bien, pero como de la genialidad no se suele vivir hasta después de muerto pues… bueno, no sé, que lo mismo la viuda tenía un buen par de… Pues eso, el Sacré Coeur

wen- dijo...

Naufrago no es por nada pero acerté.
Si lees mi comentario pone: Mi restpuesta final es el sacre coeur.
relee, relee.
Y dame mi premio que me lo he ganado!

Carlos Añejo dijo...

Lo siento, wen, pero con tanta indecisión se te pasó el tiempo. El cronómetro se te puso a cero más o menos a mitad de comentario.

No hay premio para ti.

wen- dijo...

nada nada nada
Lo acerté, es evidente.
Me merezco el premio, jope.

Carlos Añejo dijo...

Pero wen... si el premio no te va a gustar... si es una mierda... y por otro lado, los premios de los concursos sólo crean problemas, ¿o es que no has visto "El concursante"?.

En cualquier caso el departamento de quejas y reclamaciones está en estos momentos de vacaciones... al completo.

wen- dijo...

Si yo no quiero premio Naúfrago, solo quiero que des a conocer a todo el mundo que YO lo he acertado XD

Carlos Añejo dijo...

Por favor, Seguridad, acuda a la zona de comentarios.

Viguetana dijo...

JAJAJAJA!!!
:D
¡Vaya dos patas pa'un bancooo!

Anónimo dijo...

Venga, venga, que con tanto "quitate tú pá ponerme yo", "me pido prime" y demás historias Vernesianas, el anacronismo sigue sin estar pintado de verde!

Se impone una sanción a este blog, por incumplimiento de la normativa vigente en lo que respecta a anacronismos.

Ea.

Carlos Añejo dijo...

Como se nota, señora inspectora, que es usted una funcionaria pública de esas que se sienta en su mesa y no hace trabajo de campo.

Vaya usted a ver el Sacré Coeur... verá si está verde o no.

Eo.