jueves, 6 de septiembre de 2007

Este blog será una ruina.

He estado visitando mi antiguo blog, y me he dado cuenta de que un blog abandonado es como una casa abandonada.

En una casa abandonada lo primero que desaparece son los cristales de las ventanas. Luego las puertas. Una ventana o una puerta en una casa abandonada duran lo que tarda alguien en decidir que va a entrar a esa casa. No más.

Los azulejos tirados en el suelo, rotos y sucios, son un clásico en las casas abandonadas. Nunca he terminado de entender por qué los azulejos de los cuartos de baño comienzan a desprenderse cuando la gente abandona la casa. Tengo la impresión de que los azulejos tienen una dependencia compulsiva de sus dueños, y les da por suicidarse cuando se les abandona. Los azulejos más bajos, los que se codean con lo más bajo del alicatado, las baldosas, lo tienen jodido para suicidarse. Un azulejo no sabe trepar.

Una casa abandonada se convierte en ruinas cuando cae el techo. Para una casa dejar de cubrir aguas es como para nosotros dejar de respirar. El techo es la base de una casa, aunque suene contradictorio. Cuando una casa pierde el techo, muere.

En un blog las imágenes, los gráficos, los dibujos, etc. son ventanas. Y los enlaces puertas. Por eso cuando uno abandona un blog estos dos elementos son lo primero que desaparece. Allá donde había una imagen aparece un aspa rojo, cruz, X, o como queráis llamarlo. Y donde había un enlace no hay más que palabras que no llevan a ningún sitio, bueno, sí, a una página de error, que debe ser como el por todos conocido “vuelva usted mañana” de las ventanillas, pero en la red.

Un blog abandonado se convierte en ruinas cuando deja de recibir comentarios. Para un blog dejar de tener comentarios es como para una casa dejar de cubrir aguas. Los comentarios son el techo de un blog, aunque suene contradictorio porque siempre están abajo. Cuando un blog pierde los comentarios, muere.

Tal y como anunciaba en su blog Clandestino (pitoniso Clandestino a partir de ese día) he decidido que voy a abandonar el blog. Voy a cerrarlo. En octubre. Tiro la toalla. Y un par de azulejos. El techo ya se caerá con el tiempo.

Hasta entonces mis entradas tendrán algo de autodestructivo, que no sé muy bien que significa, pero no por ello deja de ser cierto. ¿No?


16 mensajes en la botella:

Evinchi dijo...

noooooooooooo.

Bueno, yo de momento seguiré viniendo a poner tejas.

wen- dijo...

Decirme que no me ponga triste "y punto" y a continuación decir que vas a cerrar el blog, me suena a cabronada con recochineo... grr
Jope :( que rollo todo.

Anónimo dijo...

Soy uno de los azulejos del cuarto de baño más pequeño de la isla palangana.
Exactamente soy el séptimo de la segunda fila, empezando por arriba.
Vivo cerca de un espejo pegado a la pared con pegamento.
Doy fé de la dependencia...
Y el espejo también daría fé, si no fuese porque hace tiempo intentó suicidarse y lo taladraron a la pared...

Anda, Náufrago, que sólo de leerte ya estoy notando que se me despegan las costillas del estómago...

Besos (te devuelvo con ellos la dentadura, que yo ya he cenado)
;-D

Anónimo dijo...

¿Por qué lo dejas? Me gusta eso de que tus entradas serán autodestructivas (yo intento hacer lo mismo a mehudo).

Belén dijo...

:((((

y yo que hare ahora????

Besossss

Anónimo dijo...

Porfa, porfa, porfa, di que era una broma de las tuyas.

Mariano Zurdo dijo...

ME CAGO EN TODO

Anónimo dijo...

Carlos, no nos dejes de nuevo...
O al menos no definitivamente, déjanos un enlace diciéndonos que solo te cambias de casa, que esta se te ha quedado pequeña...
No me obligues a comenzar una campaña y recolecta de firmas (o como coño se llame) para inundarte el mail y que así veas que los que te seguimos a diario ya no podemos seguir sin ti, sin tu sentido del humor, sin tus manías persecutorias, sin murciélagos, sin tomates... Sin NUESTRA palangana, porque al fin y al cabo, nos dejaste entrar y ahora te quieres escabullir...
Piensatelo bien, anda Carlitos...
Un achuchón bien fuerte.

Kim dijo...

Yo sí que me cago en todo.
Joder si nunca adivino nada coño.

Mariano Zurdo dijo...

Náufrago, que tu palangana te lleve a ls mejores paraísos y a los infiernos deseados.
En mi isla siempre habrá un amarre para tu palangana.

Bruja Averia dijo...

Vaya acabo de descubrirte y te vas, y es una pena porque este blog me gusta mucho, espero que lo pienses un poco....

Isabel Burriel dijo...

Coño, vengo corriendo desde el blog de Clandestino.
Casi sin aliento porque no me creía lo leído y resulta que te vas...
Y no sé porqué, pero al leer esto a mi me dan ganas de dejarlo porque de repente me siento absurda y estúpida.

Y tampoco sé porqué digo todo esto. Bueno, me voy a tomar una cucharada más de pisto y a ver qué hago.

Besos y si te vas del todo, pues que seas feliz.

ileniaz dijo...

Joooo, yo tb te acabo d descubrir gracias a mi Menta y ya te vas???? Es cierto que todo lo bueno dura poco...

Anónimo dijo...

Tu estás gilipollas o qué? Con lo que me costó encontrarte cuando te largaste de esa casa que ahora anda en ruinas. Te voy a contar un secreto. No anda tan en ruinas. De vez en cuando me paso a leerte de nuevo aunque no deje comentarios. Un beso

Javier Menéndez Llamazares dijo...

Oye, ni se te ocurra dejar el blog.
Y precisamente ahora que acabo de descubrirlo. Ni hablar, tío. Mira que soy capaz de denunciarte a la policía web y que te lleven al calabozo del blog, al estilo de Faemino y Cansado.
Aunque claro, si dejas el blog pero abres otro nuevo, lo dejaremos correr...

Anónimo dijo...

Sr. Náufrago, según mi reloj son las 0,00 del 1 de octubre. Mal día para cerrar un blog. Quizá esté pensando en hacerlo el día 31, cosa que no ha especificado, si va a ser a primeros o a últimos de mes, aunque a finales tó er el mundo anda peor de todo ( sobre todo de "guita"), pero como esto del blog es gratis y no le pagan por escribir en él ( me parece)...pues eso.
Resumiendo...¿se pira o no?...
Mire, es que antes de tener que despedirme y que me salga la vena sensiblera y tal, casi que prefiero irme yo...Usted ya me entiende, demasiadas despedidas, y no me gustan las malditas despedidas.
Besos, Sr. Náufrago.